Es muy probable que ya hayas probado la cocina del chef Alejandro Cuatepotzo en Arango en el centro de la CDMX o Antonia en San Miguel de Allende, ahora es momento de probar su tercer y más nuevo proyecto culinario al sur de la ciudad: Alesia. Esta experiencia culinaria es un recorrido de sabores por todo el mediterráneo, desde su hermosa y luminosa terraza tendrás la oportunidad de viajar desde Portugal hasta Líbano con maravillosos ingredientes y técnicas ancestrales de aquel litoral.
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Ubicado en una nueva plaza comercial en el Pedregal, Alesia ha llegado para conquistar el sur y toda la ciudad con su propuesta inspirada en los paisajes, la abundancia de los productos así como los colores, sabores y aromas del mediterráneo. Para comenzar la experiencia, lo primero que verás tras subir las escaleras será su barra fresca, donde desfilan una variedad de productos del día entre los que destacan los ostiones, ostras, almejas, patas de cangrejo de Alaska y manitas de cangrejo moro –sujetos a disponibilidad–.
Ya sea que decidas probarlos directamente en la barra o dirigirte hacia la terraza (nuestra favorita) para obtener un lugar más cómodo; el espacio de transportará automáticamente a las terrazas del mediterráneo, en donde las distintas tonalidades de azul contrastan con el increíble diseño del bar de madera, el verde de la vegetación colgante y el mural que viste sus paredes hacen que te olvides del paso del tiempo y disfrutes una buena comilona con sobremesa incluida.
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Como bocadillo, te recomendamos probar la spanakopita de espinaca y queso feta con tzatziki –esta es una empanada hecha con pasta filo al horno–; y del mezze frío, por supuesto, la ensalada griega y el keppe crudo de cordero con jocoque y cebolla caramelizada, son imperdibles.
Aunque la frescura del producto es uno de los mayores atributos de Alesia, aquí el chef ha explorado diversos métodos de cocción y conservación para desarrollar su carta que abarca todo el Mediterráneo, no solo Grecia, Italia o España. Entre los platillos del mar y la tierra, destaca el pescado a la sal servido con salsa meuniére y ratatouille, el salmón canadiense sellado con mantequilla ahumada, pistaches y cítricos, el fettuccine alla carbonara y el pollo en mojo de ajís con salsa de morcilla y cerveza.
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Para acompañar los platillos, la coctelería es excelente. Si eres fan del Aperol Spritz, no dudes en probar la versión de la casa: el Alesia Spritz, una mezcla de prosecco, brandy y vodka con notas de mandarina o el Galicia Mist hecho con grappa, infusión de té marroquí, limón siciliano, oleo de jengibre y top de soda.
Si lo que prefieres es una buena copa de vino para maridar, la carta de vinos curada por la reconocida sommelier Laura Santander te llevará a descubrir los terruños del viejo mundo gracias a etiquetas españolas, italianas o francesas, sin embargo, las sorpresas no se hacen esperar con vinos de Eslovaquia, o Croacia, por ejemplo, y por supuesto, Santander ha dejado un pequeño espacio para el terroir mexicano. Su carta interactiva permite conocer las características de cada una de sus botellas y los platillos con los que se maridan mejor.
La experiencia no puede terminarse sin cualquiera de sus postres, estos están llenos de sabores que contrastan ya que puedes encontrar desde el clásico tiramisú servido con granizado de yogur griego –una verdadera delicia– hasta el baklava, pasando por la tarta tibia de chocolate – imperdible si amas los postres chocolatosos que no son empalagosos– , las torrijas y la panna cotta.
