La ciudad de Puebla es uno de los grandes tesoros del periodo virreinal. Su esplendor barroco perdura en la espléndida arquitectura de los edificios del Centro Histórico, en la complejidad de sus platos típicos y en el legado cultural que todavía nutre la identidad de los poblanos. Uno de los sitios más emblemáticos que ningún amante de las letras se puede perder en su visita a la ciudad es la Biblioteca Palafoxiana, la primera biblioteca pública de todo el continente americano. Con sus imponentes estanterías de cedro y sus más de 45,000 volúmenes —muchos de ellos con suntuosos forros de cuero y grabados invaluables—, este lugar resguarda una magia atemporal digna de ver.
La primera biblioteca pública de América
La Biblioteca Palafoxiana fue una de las primeras bibliotecas del continente, pero fue la primera biblioteca pública de toda América. En 1646, el obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, donó los 5000 volúmenes de su biblioteca personal con la instrucción de que se dejara entrar a cualquier persona que supiera leer. La intención era velar no solo por la formación de su clero, sino de toda la sociedad poblana, creando un acervo que fuera útil para múltiples disciplinas y profesiones, dedicada al estudio ‘de todo lo que la pluma del hombre produjese’.
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Cómo es visitar la Biblioteca Palafoxiana
La Biblioteca Palafoxiana es parada obligatoria para amantes de la literatura, de la historia, de la arquitectura y del turismo cultural. Hoy en día, funciona como un museo para visitar la gran nave principal de 43 metros de largo recubierta por dos pisos de estanterías finamente labradas en ayacahuite, coloyote y cedro, repletas de libros con forros de cuero, así como un gran retablo cubierto de hoja de oro. Además, también cuentan con exposiciones temporales para complementar el recorrido. El público en general es bienvenido de martes a domingo, y pueden solicitar una visita guiada gratuita.
Nos atreveríamos a decir que esta es una de las bibliotecas más bonitas de México, y sin duda vale la pena incluirla en cualquier itinerario de viaje a Puebla, pues además se ubica justo enfrente de la catedral. Es importante resaltar que, debido a la antigüedad de los libros que conforman el acervo de la Biblioteca Palafoxiana, estos solo están disponibles para consulta con un permiso especial para investigadores, el cual permite digitalizar los archivos solicitados.
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Libros, manuscritos y archivos históricos
A lo largo de los siglos, el acervo continuó creciendo con las donaciones de distintos obispos que deseaban adscribirse al proyecto de su antecesor. Así, hoy en día cuenta con más de 45,000 volúmenes que datan de los siglos XV, XVI, XVII, XVIII, XIX e incluso el siglo XX, los cuales versan sobre temas tan variados como la Teología, el Derecho civil, la Historia, Medicina, Filosofía, Geografía, Literatura y Química. También se trata de una biblioteca políglota, con textos escritos en 14 idiomas, como español, latín, francés, italiano, inglés, portugués, alemán, holandés, náhuatl, mixteco, griego, hebreo y árabe.
Quizá uno de los aspectos más interesantes del acervo de la Biblioteca Palafoxiana —y uno de los mayores argumentos para otorgarle el título de Memoria del Mundo de la UNESCO— es que cuenta con tres colecciones: libros, manuscritos e impresos sueltos. Sobresalen ediciones únicas comúnmente denominadas como libros ‘incunables’, es decir, que datan del periodo entre la invención de la imprenta y el año 1500. Estos tomos son únicos en el mundo, y muchas veces sus textos están acompañados de grabados del siglo XV. Además, su sección de folletos e impresos sueltos provee un retrato invaluable de la sociedad poblana desde el siglo XV hasta el XX, no solo en el ámbito público, sino también la vida privada y la cotidianidad de aquellas épocas.
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