Los fines de semana son para levantarse tarde, llevársela tranquila y consentirse en el desayuno. Blanco Camelia se suma a la colección de tesoros escondidos en la colonia Roma que recibe a sus comensales a cualquier hora del día con café y los desayunos más monchosos y apapachadores. Con su menú conciso pero variado, repleto de recetas cuyo propósito es compartir el amor por la comida y por las mañanas que se extienden lánguidas hasta la tarde, este espacio de atmósfera casual y amigable será tu nuevo ‘spot’ favorito para desayunar en la Roma.
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El campo semántico que impera en el menú de Blanco Camelia son los desayunos, y definitivamente los ‘pancakes’ y el pan francés son la joya de la corona. Y es que en este lugar podrás encontrar montones de variantes de este clásico de las mañanas de fin de semana, desde el tradicional ‘french toast’ esponjoso relleno de crema de la casa y servido con frutos rojos, hasta el pan francés de capirotada estilo chihuahua y uno con nata, cajeta, nuez y plátano caramelizado, bañado en una salsa de tres leches con expreso (si crees que ya estás salivando, espera a que lo pruebes).
Si estás buscando los ‘pancakes’ más esponjosos para desayunar en la Roma, este es el lugar. Los clásicos se sirven con un toque de canela, mermelada de temporada y miel maple —exactamente como recuerdas los de tu infancia, pero remasterizados—, pero también tienen una versión rellena de tocino que conjuga la masa suave con el ‘crunch’ perfecto de un tocino bien frito.
Este no sería uno de los mejores lugares para desayunar en la Roma si no tuviera un menú de platillos salados muy a la altura. Aquí también podrás encontrar los grandes imperdibles de la gastronomía mexicana, empezando por las espectaculares enfrijoladas rellenas de queso y huevo, con un toque de chile morita para darle todavía más sabor. Para los amantes del picante, los chilaquiles verdes de Blanco Camelia presentan una versión un poco más intensa que los rojos, servidos sobre una cama de frijol negro con queso Oaxaca, totopos horneados, aguacate, crema de rancho y queso cotija fresco.
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En Blanco Camelia no se limita el horario del desayuno, ni tampoco los alimentos que estereotípicamente catalogan como ‘de desayuno’. Como aquí todo se trata de consentirte mucho, no podían faltar en la carta un par de hamburguesas para robarte el corazón. La tradicional de carne de res se sirve con queso manchego, lechuga, jitomate, cebolla caramelizada y alioli, y va acompañada de papas crujientes como dicta la norma. Otra imperdible es la Bacon Cheese, que también lleva carne de res pero se sirve con tocino, cebolla caramelizada y un aderezo de sriracha delicioso. Si eres amante del pan, pero quieres probar algo un poco distinto, el Grilled Cheese Sándwich de tres pisos es una barbaridad: costra de Manchego, un piso de Cheddar y otro más de guacamole con cebollita caramelizada picante para que sigas soñando con cada mordida incluso días después.
Finalmente, otro de los grandes orgullos de Blaco Camelia y una de las principales razones por las que es un gran lugar para salir a desayunar en la Roma es su menú de bebidas. La excelencia del café se debe a la colaboración con Café con Jiribilla, un proyecto enfocado en promover buenas prácticas y apoyar a las comunidades cafetaleras del país. Además, cuentan con bebidas muy originales como el Cold Guayabita, que se toma frío y mezcla lo mejor de la guayaba, el cold brew y el agua tónica, o bien la Horchata Espresso, también perfecta para combatir el calor y amanecer de buenas.
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