Pedro Infante fue uno de los personajes más importantes de México, un cantante y actor ícono de la Época de Oro del Cine Mexicano, y cuyo legado se mantiene presente en infinidad de películas clásicas que siguen ganándose el corazón de sus fanáticos. A lo largo de su vida gozó de diversos lujos, entre ellos algunas mansiones que destacaban por su precioso diseño y ostentosidad, una de las más populares ubicada en Cuajimalpa. Aquí te contamos más sobre ella.
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La casa de Pedro Infante en Cuajimalpa es una de las más populares del actor mexicano, conocida también bajo el nombre de ‘Ciudad Infante’ debido a sus sorprendentes lujos y espacios exclusivos, y sin duda alguna un sitio que vale la pena recordar. Se dice que Pedro Infante eligió esta zona después de filmar ‘Los tres García’, cuando se enamoró completamente de sus campos y su atmósfera tranquila, lo que posteriormente resultaría en la creación de una de sus viviendas más emblemáticas y famosas.
Esta casa de Pedro Infante se localizaba justo en el kilómetro 18.5 de la carretera México-Toluca, dentro de un terreno de 10 hectáreas que albergaba todo tipo de espacios exclusivos, esto con el propósito de brindarle un sitio de relajación total al actor, donde no tuviera que preocuparse por salir en caso de necesitar algo. Inclusive hay fotos en las que se le ve involucrado en su construcción y conviviendo con los trabajadores que la llevaron a cabo.
El apodo de la antigua casa de Pedro Infante estaba bien justificado, ya que la propiedad contaba con su propia peluquería, cine con taquilla, gimnasio, capilla, salón de fiestas, bar, cocina e inclusive un simulador de vuelos, lo que la hacía parecer como su propia urbe. Fuentes cercanas han afirmado que al actor le gustaba recibir visitas constantemente –especialmente los domingos–, y que les ofrecía un corte de cabello antes de invitarlos a ver una película en su ‘Cine Ratón’.
Definitivamente, este sitio era una expresión más de la importancia del actor en México y el mundo, y por muchos años se consideró como sitio emblemático para sus fieles seguidores. Después de la muerte del actor en 1957, la propiedad se puso a la venta, para posteriormente demolerse y convertirse en lo que ahora son las instalaciones de una empresa privada.