Cada vez que pensamos en grandes referentes de la arquitectura mexicana, Luis Barragán es de los primeros arquitectos que se nos viene a la mente. Sobre todo porque su trabajo marcó un antes y un después en las construcciones de nuestro país. Tanto así que sus obras son, hoy en día, un objeto de estudio imprescindible para los nuevos arquitectos y fanáticos del trabajo del tapatío, quienes no dudan en visitar la Cuadra San Cristóbal, Casa Gilardi o Casa Pedregal, una joya arquitectónica al sur de la CDMX.
TE PUEDE INTERESAR: La casa de Benito Juárez es uno de los secretos mejor guardados del Centro Histórico de la CDMX, y claro que puedes visitarla
Casa Pedregal –anteriormente conocida como Casa Prieto López– es una de las obras más sobresalientes de la arquitectura moderna y, por supuesto, de Luis Barragán. La historia de su construcción data de los años 40, una época en la que el Pedregal no era precisamente una zona habitable, debido a la formación de roca volcánica y la exuberante flora y fauna que existía en sus alrededores. Sin embargo, el arquitecto mexicano vió potencial para desarrollar un ambicioso proyecto: Jardines del Pedregal y hacer de este espacio un sitio comercial.
Fue entonces que el arquitecto mexicano convenció a una familia amiga –los Prieto López– a adquirir su primera casa residencial en la zona. ¡Y vaya que los convenció! Y así en 1947, el tapatío comenzó a diseñar y construir la icónica propiedad, sacando provecho de la roca volcánica que se esparcía en los alrededores, de la vegetación y de la luz y sombra, dos elementos muy característicos de su trabajo. Al igual que los espacios al aire libre que son esenciales en sus propiedades.
TE PUEDE INTERESAR: 5 lugares en CDMX para recordar a Carlos Monsiváis
La propiedad fue habitada por la familia Prieto López de 1951 al 2006 y adquirida por el coleccionista César Cervantes Tezucano en 2013, quien mandó a restaurarla para verla nuevamente en su versión original: techos altos, pisos de madera, grandes columnas y ventanales y espacios de luz y sombra. Mismos que se distribuyen en cocina, sala de estar, habitaciones, jardines y su icónica piscina al aire libre desde donde se tienen vistas más espectaculares hacia el Popocatépetl e Iztaccíhuatl
En la actualidad Casa Pedregal sí se puede visitar, sin embargo es necesario hacer una reservación previa ya que la propiedad es habitada. Para poder hacerlo es necesario mandar un correo y preguntar cuáles son los días y horarios disponibles para llevar a cabo la visita, así como los costos. Después del paseo recomendamos visitar Tetetlán, un rinconcito culinario intervenido por el arquitecto mexicano, que se destaca por platos nacionales, vegetarianos y veganos.