Hidalgo es un estado abundante en maravillas naturales y destinos de riqueza tradicional, con variedad de escenarios mágicos que definitivamente vale la pena conocer. Uno de ellos se localiza una hora a las afueras del Pueblo Mágico de Huasca de Ocampo, ofreciendo a quien lo visite la posibilidad de admirar preciosas caídas de agua completamente naturales, rodeadas de un paisaje vegetal que resulta en escenarios sumamente especiales.
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Huasca de Ocampo es uno de los destinos más especiales de Hidalgo, un sitio conocido por ser el Primer Pueblo Mágico de todo México, así como por establecerse dentro del Corredor Turístico de la Montaña. Esto significa que se rodea de un maravilloso territorio natural, abundante en bosques frondosos, minas antiguas y lagos naturales, lo que lo convierte también en el sitio perfecto para la práctica de actividades ecoturísticas.
Entre estos escenarios naturales se encuentran las Cascadas de Chimalapa, ubicadas aproximadamente a una hora de distancia de Huasca de Ocampo y ofreciendo uno de los mejores sitios para apreciar la belleza orgánica de la zona. El sitio cuenta con una atmósfera bastante pacífica y relajante, esto gracias a que se rodea de vegetación endémica y un encanto completamente natural.
Para conocerlas, primero se recomienda llegar a Acaxochitlán, característica por sus maravillosos bosques de niebla y ecosistemas de gran biodiversidad; las Cascadas de Chimalapa se ubican a poco más de 10 kilómetros de la localidad, por lo que una buena opción es conocer ambos sitios para apreciar tanto la esencia tradicional de Acaxochitlán como la belleza singular de sus dos caídas de agua cercanas.
Lo mejor de todo es que las cascadas se envuelven dentro de un entorno completamente natural, con senderos guiados en los que realizar largas caminatas y disfrutar completamente de su espacio. Par aprovechar al máximo la visita, se recomienda realizar un picnic al aire libre o día de campo, asegurándose de causar el menor impacto ambiental posible y recoger todos los desechos.