Yucatán es uno de los destinos más increíbles del país, sus atractivos naturales, arquitectura y gastronomía sorprenden a nacionales y extranjeros. Dentro de esos atractivos descubrimos un lugar que tiene tres cenotes en los cuales puedes nadar entre peces de colores y aguas cristalinas que te harán reconectar con la naturaleza. Además se ubica a tan solo 40 minutos de Mérida, por lo cual es un destino obligado para conocer ‘la ciudad blanca’ y descubrir sus espacios naturales. Acompañamos por un recorrido lleno de aventura en los Cenotes de Cuzamá en Yucatán.
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Ubicado a tan solo 40 minutos de Mérida, Cuzamá es un pueblo lleno de encanto que vive del turismo local. Este lugar ofrece a sus visitantes, paseos a caballo, artesanías, la mejor gastronomía yucateca y los atractivos naturales más espectaculares. antes de visitar los cenotes te recomendamos llegar a Mérida y comer en alguno de sus mercados, probar las marquesitas y los salbutes y de ahí ya tomar la ruta en carro hacia el pueblo de Cuzamá. En el pueblo se pueden comprar las entradas a los cenotes y también puedes tomar los recorridos a caballo y el tranvía.
El recorrido en tranvía dura aproximadamente unas dos horas, al finalizar puedes descansar en el pueblo y probar platillos locales como la cochinita, el manjar blanco y el poc-chuc. Te recomendamos llegar temprano a tu recorrido ya que el acceso a los cenotes es de ocho de la mañana a cuatro de la tarde únicamente. Esto se hace para mantener la seguridad de los visitantes y para controlar los accesos a las formaciones rocosas que conforme pasa el tiempo se vuelven menos visibles.
Cenotes Cuzamá es un conjunto de tres cenotes: el Ucil, el Chak-zinik-ché y el Bolom Chojol cada uno con recorridos completamente diferentes. Estos cenotes son parte de los atractivos más llamativos de la zona, porque para acceder a ellos es necesario bajar a una especie de cavernas, de ahí debes nadar entre estalactitas y estalagmitas para poder llegar al centro del cenote en donde los rayos de luz te indican el corazón de cada uno. Esta experiencia se hace con un guía que te da las indicaciones para mantener esta área natural protegida libre de alteraciones. Es por eso que desde hace siete años Cenotes Cuzamá se encarga de mantener y resguardar cada una de las pozas.
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El Cenote Uchil es uno de los más pequeños y tiene 20 metros de profundidad con aguas cristalinas entre formaciones rocosas iluminadas de manera artificial, para que puedas nadar tranquilamente. El Cenote Chak-zinik-che (hogar de la hormiga roja), es el más grande y está iluminado de manera natural, el agua es azul turquesa y cuenta con 80 metros de profundidad, por lo cual es perfecto para snorkel y espeleobuceo. Y el Cenote Bolom Chojol que significa: nueve hoyos de ratón; este cuenta con diversos aros de luz natural y una profundidad de 35 metros, es perfecto para nadar entre sus estalagmitas y así apreciar las estalactitas que brillan con los rayos del sol.
Para los visitantes del lugar se crearon espacios en áreas verdes con palapas, así tendrás la comodidad de cambiarte cada vez que sea necesario. Además puedes comer en el restaurante dentro del complejo y así activar su economía local, ya que con esto mantienen en perfecto estado las áreas aledañas a los cenotes. Es importante que sigas las indicaciones ya que no está permitido usar cremas o bloqueadores dentro de los cenotes, ni meter ningún elemento externo, como listones de cabello, pinzas, anillos y más. Esto con el fin de mantener la limpieza de los cenotes.