En los últimos años, el consumo de cerveza artesanal en México se ha incrementado considerablemente gracias a su sabor único, personalización y variedad de estilos. La cerveza artesanal en México tiene su origen al norte de la República Mexicana, en Tijuana, Baja California para ser exactos. Este destino es considerado el paraíso de la cerveza artesanal, ya que actualmente es el estado que lidera su producción a nivel nacional. Ahí hay una gran variedad de inversionistas, productores y especialistas del gremio que se encargan de llevar a cabo las más aplaudidas creaciones, haciéndose acreedores de reconocimiento global. Esto ha logrado que poco a poco más microcerveceros comiencen a incursionar en dicha industria, y por ende hay una gran variedad de marcas que puedes probar por la zona.
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Lejos de las grandes cadenas cerveceras, las de Baja California comenzaron su producción como un mecanismo de ventaja durante la prohibición del alcohol en Estados Unidos, en los años 20’s. Durante este periodo de sequía, los habitantes del país americano cruzaban la frontera en busca de bebidas, dando como resultados las primeras fábricas de cerveza en México, comenzando el auge en Mexicali, Tijuana y pequeños municipios aledaños.
Sin embargo, la fecha clave para que la cerveza artesanal despuntara con éxito en México fue hasta el año 2000, cuando se creó la Cervecería Tijuana. Esta planta fue fundada por José Antonio González, quien junto con su padre, trabajó arduamente para distribuir esta bebida por el país. Tres años después, crearon la famosa cerveza Cucapá, una bebida amber ale con un toque de sabor amargo.
De ahí nacieron otras cervezas artesanales en México, ahora muy reconocidas, como Tijuana Light, Tijuana Güera, Brava, Xolos y hasta la Rosarito Beach, que surge con la intención de honrar esta hermosa playa ubicada a tan solo 30 minutos de la ciudad tijuanense. Esta cerveza es una cerveza lager de cuerpo medio, fresca y burbujeante de color dorado brillante, además su sabor se inclina más hacia lo dulce, ideal para quienes desean un trago mucho más ligero.
Entre las cervecerías artesanales que son una parada obligatoria en Tijuana se encuentra Mexica, un proyecto liderado por mujeres, que tiene dentro de la carta estilos como kosh, IPAs, porter y stout, entre otros. También existe Insurgente, que alberga dos tap rooms, en Tijuana y Guadalajara; de igual manera está Cervecería Rámuri, con creaciones que rinden homenaje a la gastronomía mexicana; Madueño y Mamut, entre otras.
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Si el mundo cervecero te inspira para llevar a cabo un viaje a Tijuana, entonces te tenemos grandes noticias, pues cerca de ese destino encontrarás también asombrosos sitios costeros en donde podrás disfrutar de un día de sol, mar y arena. Un ejemplo es Rosarito, la playa que caracteriza por ser una de las costas más visitadas en Tijuana, durante el mediodía y el atardecer está repleta de viajeros que desean refrescarse, nadar, tomar el sol o simplemente relajarse. Hay quienes prefieren tomarse una cerveza bien fría y probar ricos pescados y mariscos, incluso el famoso platillo de la Langosta estilo Puerto Nuevo. También tacos de pescado, ceviche, enchiladas de mariscos y cóctel de camarón. Por la noche, Rosarito vibra por su escena nocturna, teniendo a su alrededor bares para disfrutar de la música, cócteles y cerveza local.
Ya estando en Tijuana, vale la pena aprovechar y visitar sus principales atractivos turísticos, como el Centro Cultural Tijuana, el Estadio de Béisbol Chevron, la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe, por mencionar algunos. O bien, hacer un road trip hacia Valle de Guadalupe, la región vinícola más importante de México, ubicada a solo dos horas desde la ciudad tijuanense. Ahí hay cabañas y hoteles con viñedos ideales para complementar la experiencia.