La Ciudad de México se caracteriza por ser una ciudad multifacética que ofrece infinitas opciones y ambientes para ajustarse a los gustos de cada quién. Sin embargo, hay colonias cuya esencia es precisamente el eclecticismo y la libertad, y que ofrecen propuestas culinarias, culturales, artísticas y comerciales súper innovadoras diseñadas para pensar fuera de la caja, relajarse, y explorar todas las posibilidades. Aquí te dejamos las cuatro colonias con el espíritu más bohemio de la CDMX.
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Coyoacán
Con sus calles empedradas llenas de galerías de arte y tiendas de artesanías, sus encantadores restaurantes y cafeterías y una plaza central cuyo ambiente familiar se transforma por las noches para dar pie a una efervescente vida nocturna, Coyoacán es la colonia bohemia de la CDMX por definición. Y es que Coyoacán lo tiene todo para pasar un día inmerso en actividades del todo propositivas que conjugan el folclor y la modernidad para generar experiencias culturales como en ningún otro punto de la ciudad.
Desde la Casa Azul de Frida Kahlo, pasando por el Museo Casa de León Trotsky, hasta los talleres de la Casa de la Cultura, la cartelera de la Cineteca Nacional y la excepcional oferta gastronómica en Los Danzantes y Corazón de Maguey —conocido también como la catedral del mezcal—, no hay un solo rincón de este colorido barrio que no emane esa esencia totalmente bohemia característica de Coyoacán.
Condesa
Ubicada en la zona centro de la ciudad, la Condesa es el hot spot del momento y promete seguirlo siendo durante unos años más. Su atractivo se debe, en parte, a la vibrante vida nocturna y a las infinitas propuestas gastronómicas, artísticas, culturales y comerciales que abren cada semana con conceptos súper innovadores que invitan a aflojarse la corbata y vivir experiencias más relajadas pero no menos emocionantes.
La Condesa es un amalgama de todas esas cosas, personas y lugares que podrían parecer no encajar en ningún lado, y aquí conviven a la perfección. Además de la extensa lista de rinconcitos para comer (y beber) delicioso, están los clásicos paseos familiares o en pareja —y con tu perrito— por el Parque México y el Parque España, las galerías y tiendas de arte y ropa independientes y un montón de terrazas para disfrutar los beats de los mejores DJs.
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Roma
Históricamente, la colonia Roma es como la hermana mayor de la Condesa. Tienen muchísimo en común —empezando por el hecho de que son consideradas los barrios hipsters de la ciudad— y muchas veces nos referimos a ellas en conjunto, pues es difícil discernir los límites entre una y otra. Sin embargo, hay una diferencia fundamental en el ambiente entre un lugar y el otro pues, sin perder su aura bohemia, la Roma tiende más hacia lo chic.
Desde principios del siglo XX, esta colonia se convirtió en la favorita de la aristocracia, por lo que sus calles siempre han gozado de un esplendor característico, pero debido a la turbulencia política y social dentro y fuera del país, este vecindario fue testigo de cambios de régimen y de la llegada de poblaciones migrantes de todo el mundo. Es por eso que el estilo ecléctico de la Roma tiene un lugar para todos, y esto se refleja en su arquitectura que combina el Art Deco, el Art Nouveau, el gótico, las influencias árabes y europeas, para crear un entorno que no pierde su estilo refinado, pero totalmente relajado.
Sta. María la Ribera
Esta colonia es un tesoro oculto al Poniente de la ciudad, y aunque durante algunas décadas se mantuvo al margen del radar, está resurgiendo con toda la magia y la personalidad que nunca perdió. Aquí encontrarás joyas arquitectónicas de distintos periodos como el kiosco morisco, el Museo Universitario del Chopo, la Biblioteca Vasconcelos y el Museo de Geología. La oferta gastronómica fusiona la comida y la coctelería de autor con cocinas internacionales en ambientes preciosos y relajados.
Por otro lado, la atmósfera de la Santa María la Ribera conserva en su esencia las dinámicas de barrio que se caracterizan por un sentido de comunidad fuerte y el arraigo de tradiciones cotidianas, como el mercado La Dalia y el mercado Bugambilia. La actividad cultural y social siempre está abierta para artistas emergentes y experimentales en espacios como Estudio Marte 221 y Casa Wabi.