Cuando se trata de cortes de pelo, las posibilidades son infinitas y el aliento que necesitamos proviene de una verdad de la naturaleza: el pelo crece. Con esto en mente, podemos atrevernos a probarlo todo, al fin y al cabo solo es cosa de esperar un poco para poder darnos un makeover otra vez. Sin embargo, hay cortes de pelo clásicos que nunca pasan de moda gracias a su elegancia y sofisticación, pero también a su practicidad y al hecho de que, en la mayoría de los casos, son muy fáciles de manejar por las mañanas. Estos cinco cortes de pelo atemporales han sobrevivido el ir y venir de todas las modas y siempre es buen momento para probarlos.
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Shaggy
Si pensabas que el icónico corte de pelo clásico de los setentas era cosa del pasado, es cosa de abrir cualquier revista de tendencias para desmentir esta teoría. Y es que el shag nunca pasó de moda realmente, pues es un corte que muchxs han abrazado por décadas gracias a ese look de impacto lleno de movimiento y texturas que genera. Los flequillos largos maridan de maravilla con este corte, que es ya de por sí ideal para enmarcar el rostro y personalizar la forma y altura de las capas para enfatizar determinadas facciones.
Pixie
En 1953, Audrey Hepburn debutó en Roman Holiday con un corte de pelo muy audaz que pronto se convirtió en un clásico. Irónicamente, el pixie es un corte tradicional y atrevido a la vez, muy corto en la nuca y a los lados, y un poco más largo en la coronilla y en el fleco. Si te agradan los looks de pelo corto, trata de otro corte bastante versátil y fácil de personalizar según la forma de tu cara, pero en general es un ícono inconfundible que ha dominado la gran pantalla con celebridades como Mia Farrow, Michelle Williams, Emma Watson y Anne Hathaway.
Lob al hombro
El lob (‘long bob’) se caracteriza por el corte recto del bob, pero un poco más largo. Este corte de pelo clásico es igual de cómodo y versátil que su versión más corta, pero añade más dinamismo al look. Un buen corte al hombro mantiene las cosas sencillas pero frescas, y también ayuda a lucir la forma natural del pelo. Ya sean rizos, ondas o una caída lacia, el lob al hombro nos da un poco más de libertad para experimentar con las posibilidades y nunca pasa de moda.
Largo con capas
Para quienes aman las melenas más largas, las capas siempre son grandes aliadas al momento de estilizar y dar volumen. La diferencia entre este corte y el clásico shaggy es qué tan dramáticas son las capas, así como la altura a la que se llevan. Con este corte tremendamente elegante y atemporal, las capas se mantienen de medias a puntas y sirven sobre todo para dar la ilusión de movimiento.
Bob con flequillo
Este corte de pelo clásico se ha mantenido entre los favoritos a lo largo de los años no solo por ser un look súper versátil que le va bien a prácticamente a cualquiera, sino también por ser uno de esos estilos que nunca pasan de moda y que logran una imagen elegante y sofisticada sin necesidad de invertir horas en el peinado. Lo mejor de este corte es que evoluciona con mucha gracia hacia el lob (‘long bob’), y puedes ajustar el largo para personalizar el corte según la forma de tu cara, como a la barbilla para caras ovaladas, o ligeramente más largo para caras redondas.
