Cuando se trata de destinos gastronómicos alrededor del mundo que todo foodie debería visitar por lo menos una vez en la vida, Perú tiene que estar dentro de los primeros lugares de la lista. Y es que la oferta culinaria que Lima pone a disposición del público no solo son espectaculares, sino también muy variadas y accesibles para viajeros de todos los perfiles. Por supuesto, hay grandes joyas del panorama culinario limeño que sencillamente no te puedes perder —como por ejemplo, una cena en Astrid & Gastón—, pero aquí te dejamos también algunos lugares para desayunar en Lima y confirmar por qué se dice que en este país se viven las mejores experiencias gastronómicas.
¡Viajen, disfruten y compartan!
El pan de la chola
Si amas las cosas simples y bien hechas y quieres desayunar delicioso en Lima, uno de los lugares que no te puedes perder es El pan de la chola. Ellos se autodenominan como una ‘Panadería Artesanal Contemporánea’, pues por un lado, buscan respetar los procesos de fermentación natural de las masas y el uso de harinas y cereales locales, y por el otro, son una panadería que nace en pleno contexto urbano, entre las calles vibrantes y llenas de vida de la capital peruana. El lugar es pequeño pero acogedor, con una vitrina en la que luce el pan que revela la calidad en cada una de sus texturas, un menú apapachador de desayuno y brunch para empezar el día con el pie correcto y un café cuyo aroma te llama a entrar desde la calle.
DIRECCIÓN: Av. Mariscal La Mar 918, Miraflores.
SITIO WEB: elpandelachola.com
Café de Lima
Otro de los lugares que los locales limeños suelen frecuentar a todas horas, pero sobre todo por las mañanas, es Café de Lima, un lugar donde la atmósfera casual y relajada recibe a sus comensales (incluyendo a tus mascotas) en un espacio ideal para reunirse y platicar un poco antes de empezar el día. Aquí podrás arrancar la mañana con una excelente taza de chocolate caliente y unos waffles —tienen de varios sabores, pero te recomendamos probar los de manzana, salsa toffee, crumble de nuez y helado de vainilla—, o bien esperar al domingo con uno de los desayunos peruanos por excelencia: chicharrón, butifarra, pan francés y camote frito, perfecto para compartir y acompañar con la clásica chicha.
DIRECCIÓN: Av. 28 de Julio 888, Miraflores
TELÉFONO: 960552328
SITIO WEB: @cafedelima
Bodega Verde
Este rinconcito en el barrio cosmopolita del Barranco parece sacado de un libro ilustrado, y nos encanta (y a los locales también). Su onda bohemia se mantiene a lo largo de todo el día, y es uno de los mejores lugares para desayunar en Lima con platos que consienten tanto al paladar como al cuerpo, como los hotcakes de quinoa o el ‘desayuno runner’. En este patio inmerso en la vegetación puedes disfrutar de un excelente café peruano antes de arrancar tu recorrido por las calles de Lima, pero si lo prefieres, también puedes disfrutar del mismo café delicioso en su sucursal en el Museo de Arte de Lima.
DIRECCIÓN: Jiron Mariscal Jose Antonio de Sucre 335A, Barranco
TELÉFONO: 51 1 2478804
SITIO WEB: @labodegaverde
Bar Cordano
Si buscas una opción muy tradicional y cerca del Centro Histórico para desayunar en Lima, sin duda vale la pena darse una vuelta por el Bar Cordano. Con su gran barra de madera que remite a las clásicas cantinas mexicanas, basta con poner un pie en este lugar para sentir un vuelco al pasado (en el mejor de los sentidos), y si quieres pedir uno de los desayunos estrella entre la sociedad limeña, no te puedes perder las butifarras, que son fuente de orgullo en este establecimiento.
DIRECCIÓN: Jr. Áncash 202, Lima
TELÉFONO: +51 1 4260072
El Chinito
Otro gran clásico para desayunar en Lima es El Chinito, cuyos sándwiches han conquistado el corazón y el paladar de sus comensales desde 1960, pues este será uno de los desayunos más apapachadores y reconfortantes que probarás en tu viaje a Perú. Tienen distintas ubicaciones alrededor de Lima, pero te recomendamos visitar la del Centro Histórico, apodada ‘la catedral del chicharrón’, pues además de las recetas de siempre, aquí se conserva esa atmósfera congelada en el tiempo que te hará sentir como si hubieras entrado en una máquina del tiempo.