Lo maravilloso de los postres es que cada vez existen opciones más creativas y de sabores experimentales, resultando en innovaciones contemporáneas que brindan una sorpresa gustosa en casa bocado. En un rincón muy encantador de la Condesa se localiza Elena 147, un hermoso recinto de postres artesanales, panadería dulce, helados, barra de café y desayunos todo el día.
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Elena 147 es un proyecto nacido desde el amor por la pastelería y los postres ingeniosos. Inaugurado por Monse – quien previamente trabajó como chef pastelera en Dulce Patria – y Rubén a finales de 2021, ofrece un maravilloso espacio en la Condesa donde convergen creaciones dulces y de sabores inesperados, un menú all-day breakfast para disfrutar a cualquier hora del día, y una barra de café de especialidad y bebidas refrescantes que vale la pena probar.
El espacio de Elena 147 es pequeño y acogedor, perfecto para una tarde de trabajo tranquilo o un desayuno tardío. Ya sea que tomes asiento en su área interior – decorada delicadamente con tonalidades rosadas y flores naturales – o en alguna sus mesitas sobre la banqueta, te recibirá un servicio atento y de amabilidad familiar – a cargo de sus fundadores -, dispuesto a resolver cualquier duda sobre su menú y postres. Además, el establecimiento está en planes de ampliación, por lo que pronto también podrás disfrutar de su propuesta en una agradable terraza al aire libre.
Lo que distingue a Elena 147 son sus ‘postres al plato’, usualmente presentados en restaurantes contemporáneos y ofreciendo una combinación especial de texturas, colores y sabores. Uno de los favoritos es su ‘Miel, manzanilla y romero’, servido con yogur de romero, streusel de vainilla, gel de miel y romero, helado de miel hecho en casa, toffee y palomitas de manzanilla, éstas últimas las terminarán en tu mesa con nitrógeno, elevando aún más la experiencia que es probarlo.
En caso de buscar un postre distinto y de ingredientes que normalmente no se asociarían con la cocina dulce, entonces recomendamos probar su ‘Herbal’. Se elabora a partir de streusel de epazote, mermelada de tomatillo, puré de limón, aloe vera, chía hidratada en té verde y pannacota de yogur; sin duda es una explosión de sabores difícil de encontrar en cualquier otro sitio, y justo como el resto de los elementos en su menú, permite a los comensales degustarlo sin empalagarse.
Si bien una visita al Elena 147 no está completa sin probar sus postres al plato, también vale la pena deleitarse con el resto de su propuesta. Su café de especialidad proviene de Pólvora, mientras que el resto de sus alimentos comparten la calidad técnica de su pastelería y repostería artesanal; un ejemplo de ello son sus molletes, preparados con masa hojaldre – súper mantequillosos y crujientes -, queso de cabra, quesos gratinados, aguacate y salsa macha hecha en casa. No cabe duda que te encantarán.