En los últimos años, Tulum se ha convertido en uno de los destinos más socorridos a nivel mundial por sus playas paradisíacas, sus paisajes naturales y su vida nocturna llena de música, baile y fiesta. Entre todos los enormes resorts y hoteles todo-incluído, Esmeralda ofrece una opción de alojamiento más íntima de corta o larga estancia. Si no te decides entre quedarte en un Airbnb o en un hotel, este híbrido ofrece lo mejor de ambos mundos: por un lado, espacios amplios y hogareños, con cocinetas y áreas comunes, y por otro, las atenciones y cuidados típicos de un hotel tradicional.
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La decoración de los 13 departamentos está inspirada en la belleza natural de la Riviera Maya y en los textiles artesanales de México y Colombia, pero los reflectores se los lleva la Master Starlight Penthouse, con su terraza privada con columpios sobre la alberca de cristal, y el techo de vidrio para dormir bajo las estrellas. El resto de las habitaciones también cuenta con amenidades de todo tipo, como jardines y terrazas.
El hotel está ubicado a un par de cuadras de los restaurantes y bares del centro de Tulum, y a tan solo unos minutos en coche de los cenotes y los atractivos naturales más imperdibles de la zona. Además, tiene convenios con algunos clubs de playa para que sus huéspedes no se pierdan del mar, la arena y las comodidades como servicio de toallas, restaurantes y eventos.
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También se ofrecen amenidades para priorizar el descanso y el bienestar, como el servicio de masajistas y estilistas que pueden atenderte en la comodidad de tu cuarto, room service de siete restaurantes vecinos, renta de bicicletas, transporte desde y hacia el aeropuerto, limpieza diaria y servicio de concierge. Para fomentar la convivencia entre los huéspedes, cada semana se organizan happy hours para compartir un trago antes de la cena y conocer gente nueva.
¡Viajen, disfruten y compartan!
