Cuando se trata de edad, pocos ámbitos valoran tanto el paso de los años y la construcción de una tradición como el del vino. Existen extraordinarias vinícolas y vinos españoles que han sabido reinventarse a lo largo del tiempo, innovando y manteniendo sus propuestas frescas, pero sin olvidar el incalculable valor detrás de la experiencia y de la tradición. La bodega vallisoletana de Emilio Moro nació hace más de cien años en Pesquera de Duero, en Valladolid, España, y desde entonces, esta enorme empresa familiar se ha dedicado a preservar las tierras, los procesos, el espíritu elegante y los máximos estándares de calidad que han hecho de esta bodega española una de las más prestigiosas.
Recientemente, la bodega Emilio Moro presentó la nueva etiqueta de la familia Malleolus, los cuales reciben sus nombres en honor a los viñedos más antiguos de la bodega. Con tres botellas espectaculares, esta variedad de tempranillos demuestra la versatilidad de las tierras de la Ribera de Duero, con vinos intensos sin llegar a ser invasivos, con mucho cuerpo y persistencia en boca. Estas nuevas etiquetas rinden homenaje a los orígenes y a la tradición, especialmente a partir de sus medallones que muestran ilustraciones de los viñedos, y la réplica de la firma del fundador de la bodega, don Emilio Moro, recordando la misma firma que lucía orgullosa en las primeras botellas que salieron de sus barricas.
Pero hablemos de la calidad de estos vinos tintos que necesitas tener en tu cava ya mismo. En primer lugar, Malleolus 2020 es un vino elegante de gran personalidad, pero que mantiene el equilibrio perfecto entre la madurez y la frescura que se traduce en un excelente maridaje, pues no es para nada invasivo. Al añejarse en barrica de roble francés, destacan los aromas de los frutos rojos y el sabor voluminoso de gran cuerpo que perdura largo rato en la boca.
La segunda botella es Malleolus de Valderramiro 2019, un Tinto Fino que presenta una gran potencia, estructura e intensidad. Las condiciones climáticas de lluvias escasas y temperaturas elevadas hacen una diferencia abismal, a pesar de que se trata de la misma uva y el mismo viñedo. Con una marcada vocación frutal y un color rojo granate, Valderramiro 2019 se marida de maravilla con un buen corte de carne, pues además es un vino que perdura en boca y abraza cada uno de los sabores que se ingieren después.
Finalmente, Malleolus de Sanchomartín 2019 es un vino muy poderoso y elegante que también preserva las notas frutales del tempranillo nacido en el Pago de Sanchomartín. Este es un vino ideal para acompañar la sobremesa, pues tiene una agradable prevalencia en boca que va evolucionando conforme el vino se va abriendo en la copa. Aunque este vino promete excelencia en cualquier momento, la proyección en la botella es increíble, demostrando una vez más que, muchas veces, la paciencia rinde frutos.
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