6 experiencias ‘foodies’ románticas que debes vivir en la CDMX (al menos una vez)

La Ciudad de México es un paraíso culinario con montones de experiencias que hacen de la comida el motivo perfecto para compartir un rato inolvidable. Y es que quien ama la comida lo sabe: comer es un evento completo que se va construyendo a partir del lugar, el ambiente y la compañía alrededor de cada platillo. Estas son algunas experiencias foodies para las parejas que disfrutan involucrar el paladar en todas sus actividades.

¡Coman, disfruten y compartan!

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Pasear por Coyoacán y desayunar en Aurelia

Francisco Sosa es una de las avenidas más pintorescas y agradables para recorrer a pie. A la altura de Santa Catarina, muy cerca de los Viveros, encontrarás la casa de cultura Jesús Reyes Heroles. Esta preciosa casona novohispana es popular entre los residentes de la zona por la enorme cantidad de clases, cursos y talleres que ofrece, pero también por ser sede de uno de los restaurantes más tranquilos y acogedores de la zona. Entre monsteras y fresnos, es el escenario ideal para desayunar rico y platicar con calma durante horas. 

Ir por drinks a Café de nadie

Este lugar en la Roma Norte es una experiencia que vale la pena compartir con alguien especial. El nombre del lugar es un homenaje al emblemático Café Europa, mejor conocido como ‘café de nadie’, el centro de reunión del movimiento estridentista de los años 20. Igual que los estridentistas, la carta de bebidas que encontrarás aquí le apuesta a la experimentación para reinventar algunos de los cocteles más clásicos, así como algunas propuestas nuevas. Sin embargo, el núcleo de la identidad de Café de nadie es su curaduría musical, así que preparen el paladar y el oído y piérdanse juntos en esta increíble experiencia que hará volar sus sentidos. 

Inscribirse a una clase de cocina en Sobremesa

Pocas cosas nos conectan más con nuestros seres queridos que la comida. Cocinar juntos es una actividad que seguro reforzará el vínculo de pareja, y más si se trata de un par de foodies. Aunque realmente cualquier receta sirve para empezar, las clases que imparten los chefs de Sobremesa son una verdadera delicia (en todos los sentidos). Si viven fuera de la ciudad, no se preocupen: la selección de cursos en línea será su gran aliada para planear una cita gastronómica diferente. 

Disfrutar de una comida chinampera

Esta experiencia totalmente sustentable de Arca Tierra gira alrededor de la tradición chinampera de la región. Uno de los principales objetivos del proyecto es concientizar al público sobre la relación entre la agricultura, la salud, la economía y la comunidad. Con esto en mente, cada chef invitado diseña un menú basado en los cultivos locales de la zona de Xochimilco según la temporada. Aparte de la comida, podrán gozar de un paseo en trajinera por los canales del Antiguo Embarcadero de Cuemanco y aprender muchísimo con el recorrido guiado en el que los propios agricultores les mostrarán los principios del sistema de chinampas. 

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Asistir a un picnic nocturno en el Jardín Botánico de Chapultepec 

Esta actividad conjunta dos de los planes más románticos: disfrutar de la belleza de uno de los espacios más bonitos de la ciudad, y compartir una cena romántica al aire libre. Si a esto le añadimos que todo esto sucede de noche, resulta la fórmula perfecta para tener una cita inolvidable. Se recomienda llegar temprano y llevar bolsas para tu basura. Eso sí, debes tomar en cuenta que no se permite la entrada a mascotas y que este evento solo se lleva a cabo el segundo sábado del mes, de 20:00 a 23:00. 

Compartir una botana en La Chicha en la Cineteca 

Quién no ha tenido una cita romántica en la Cineteca Nacional. Es una de las experiencias más comunes entre quienes viven en la Ciudad de México, y con justa razón. Es un plan prácticamente inagotable, no solo por la amplia cartelera, sino también por la variada oferta gastronómica. La Chicha es el lugar ideal para aprovechar la tarde completa, ya sea compartiendo una botana mientras esperan a que empiece la película, o con un vino o cerveza artesanal para comentar lo que acaban de ver.