Con la amplia y cada vez más refinada oferta culinaria de la Ciudad de México, y la creciente búsqueda de propuestas gastronómicas por parte de sus habitantes y visitantes, incluso los lugares de mayor tradición se han enfrentado al reto de estarse reinventando todo el tiempo. Lejos de ser un fenómeno negativo, esto ha llevado a la industria hospitalaria a darle a la comida un papel preponderante. Ubicado sobre la avenida más importante de la ciudad, el Hotel Marquis de Reforma reinventa su cocina de la mano del chef Diego Escobar para ofrecer nuevas experiencias gastronómicas para deleitar los paladares de los huéspedes y de todos sus visitantes.
A lo largo de tres décadas, el Hotel Marquis de Reforma se ha mantenido como una de las mejores opciones de hospedaje en una de las zonas turísticas y comerciales más importantes de la ciudad. Con sus cuartos amplios, su decoración refinada y sus enormes ventanales con las mejores vistas de Reforma y Chapultepec, este hotel es garantía para quienes buscan una estancia cómoda con toda la elegancia. Además, tienen un spa imperdible perfecto para un día de self-care.
La llegada del chef Diego Escobar a la cocina del Hotel Marquis de Reforma representa una oleada de novedades que se refleja no solo en el menú del restaurante A la Parrilla —entre las que destacan opciones veganas y vegetarianas—, sino también en las experiencias gastronómicas ofertadas por el hotel. Vale la pena ahondar un poco en la trayectoria del chef Escobar, pues ha trabajado en las cocinas de restaurantes alrededor del mundo en Estados Unidos, Dubái, Ciudad de México y la Riviera Maya. De hecho, en sus inicios, formó parte del equipo del restaurante Perbacco en San Francisco, el cual hoy en día cuenta con dos estrellas Michelin.
El abanico de opciones para desayunar, comer y cenar en el Hotel Marquis de Reforma —uno de los hoteles más exclusivos sobre Paseo de la Reforma— incluye también dos restaurantes más. Por un lado, el ya clásico restaurante mexicano Los Canarios, y por otro, Santino, un restaurante italiano ubicado en una terraza con preciosas vistas hacia la avenida. Aquí la atmósfera es relajada sin perder ese encanto de las trattorias napolitanas, perfecto para una cena despreocupada pero no por eso menos especial.
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