Así como el tequila a México, el pisco es a Perú una bebida identitaria que sitúa sus orígenes en la época de la colonia española, cuando la corona alzó los impuestos al vino peruano para evitar la competencia con vinos españoles. Sin embargo con el propósito de sostener el negocio pero también de resistencia, se decidió frenar el proceso de añejamiento de los vinos y, en su lugar, destilarlos para convertirlos en aguardiente de uva que más tarde se conoció como pisco, por el Puerto de Pisco desde donde se exportaba. Solo un par de horas al sur de Lima, Hacienda La Caravedo es una de las haciendas de pisco más antiguas de Perú que vale la pena conocer.
Hacienda La Caravedo, la hacienda productora de pisco más antigua de Perú se encuentra en el Valle de Ica, al sur de Lima, en medio de un paisaje alucinante de desiertos y viñedos, coronado por una imponente vista de Los Andes. ¿Lo mejor? Ahora cuenta también con un hotel muy exclusivo ideal para unas vacaciones hedonistas con alberca, vistas extraordinarias, paseos y caminatas por la naturaleza, una alberca gigante y, por supuesto, mucho pisco.
Otra similitud que el pisco guarda con el tequila es la denominación de origen, la cual dicta que todo el pisco debe producirse en una región específica —la costa sur de Perú— y siguiendo lineamientos estrictos, como la utilización de solo ocho variedades de uva. Existen tres tipos de pisco que complementan la experiencia gastronómica peruana: el puro —que utiliza una sola variedad de uva—, el acholado —un blend de uvas— y el mosto verde —el cual se deja fermentar por menos tiempo para que conserve un poco de azúcar—. En esta hacienda de pisco se producen los tres tipos.
Entre las etiquetas de pisco que se producen en la Hacienda La Caravedo, destaca la famosa marca El Portón, cuyas botellas se caracterizan por llevar la imagen del casco de la hacienda. Esta enorme casona colonial digna de postal no solo es real, sino que además es un hotel muy exclusivo que se diseñó originalmente para ser la residencia privada de los dueños de la hacienda. A pesar de tener muy pocas habitaciones, estas son bastante amplias y muy íntimas, perfectas para celebrar el viaje romántico de tus sueños o para unas vacaciones en familia inolvidables.
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