Casa Madero es una de las vinícolas mexicanas más reconocidas a nivel mundial tanto por la calidad de sus vinos como por la historia y experiencia que la respalda. Y es que el origen de esta productora se remonta a las primeras expediciones del Valle de Parras, al sur de Coahuila, donde los exploradores españoles encontraron un oasis con manantiales y vides silvestres en medio del desierto. La que hoy se conoce como Casa Madero tiene sus raíces en la Hacienda San Lorenzo, la vinícola más antigua del continente americano donde todavía hoy existe el casco antiguo y una pasión insaciable por el vino y el campo.
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La historia del lugar es tan rica como las bodegas que resguarda. A finales del siglo XVI, el rey Felipe II donó las tierras a don Lorenzo García la Merced con autorización para sembrar las vides en lo que sería el primer viñedo de América. Es así como se edificaron los muros blancos y las largas hileras de vid que conforman Hacienda San Lorenzo —cuyos vinos se comercializaron bajo el sello de Bodega San Lorenzo—, un lugar que, en más de 400 años y a pesar de haber pasado por las manos de más de una decena de propietarios, no ha dejado de dedicarse a la labor vinícola.
No fue sino hasta 1893 cuando don Evaristo Madero compró la Hacienda San Lorenzo por última vez, y desde entonces, los terrenos han permanecido en manos de esta familia. Fue él quien sentó las bases de la enorme casa de vinos que conocemos hoy, comprando equipos modernos y contratando enólogos europeos para supervisar las cosechas y la producción. Más de medio siglo después, en 1950, se consolida oficialmente Casa Madero. Sin embargo, en esta época no era propiamente el vino, sino el brandy, lo que caracterizaba a la marca, pues en ese entonces era una de las bebidas más populares en México.
A lo largo de todos estos siglos de tradición, los muros blancos y el encanto rural de Hacienda San Lorenzo han sido testigo de los procesos, aromas y pasiones que mueve el vino, y hoy reciben a todos los visitantes que llegan motivados por su amor por esta bebida. Dentro de las experiencias que ofrece Casa Madero en Hacienda San Lorenzo destacan los recorridos por los viñedos y la bodega, en los que se caminan las 400 hectáreas sembradas con tres paradas principales: una en el mirador del viñedo Santa Bárbara, otra en el lote donde se cultiva la emblemática uva Shiraz y la última en La Encantada, desde donde se aprecian las panorámicas más espectaculares del viñedo.
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Este recorrido dura aproximadamente una hora, después de la cual toca visitar la bodega más antigua de América, donde se puede observar la historia de Casa Madero, el proceso de producción del vino y la elaboración de los destilados. En el área más antigua se conservan las barricas que se utilizaban a mediados del siglo XX —cuando se consolidó Casa Madero— y las prensas de inicios del siglo XIX. La experiencia termina con broche de oro con una cata de tres vinos guiada por un Sommelier de Casa Madero.
Ten en cuenta que, debido a que este recorrido está diseñado para ser una experiencia íntima, el cupo está limitado a ocho personas. Sin embargo, si deseas un plan para grupos más grandes —ya sean viajes familiares, de amigos o empresas—, puedes cotizar una experiencia totalmente personalizada que incluye desde comidas-maridaje hasta estancias un poco más largas en los exclusivos cuartos de la Hacienda San Lorenzo.
¡Viajen, disfruten y compartan!