Un hotel en medio de un oasis en el desierto rodeado de dunas y playas de agua turquesa; sí eso existe y se llama ‘El Perdido’. Este lugar es uno de los más exclusivos y secretos de Pescadero en La Paz, Baja California Sur. Te aseguramos que cuando descubras ‘El Perdido Hotel Desert’ nada en tu vida volverá a ser igual, este lugar tiene tanta magia y belleza que seguro querrás volver miles de veces. Además es tan perfecto que no necesitas salir de sus instalaciones para pasar las mejores vacaciones de tu vida.
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A tan solo 45 minutos de Cabo San Lucas, se encuentra ‘El Perdido’ un hotel que se caracteriza por su privacidad y espacios minimalistas que se fusionan con el entorno. Este lugar es el más instagrameable del mundo, además su arquitectura está basada en la sustentabilidad con el fin de tener el menor impacto posible, es por eso que los techos de madera y bambú, y los muros de cemento hacen que todo funcione como un termostato natural para que estés en sintonía con la naturaleza.
Despertar con el sonido de las olas y el rojo amanecer es algo que amarás de este lugar, gracias a su diseño que te permite ver las diferentes fases del día casi de manera sincronizada, tanto que hasta el atardecer cambia de posición mientras te recuestas en la hamaca de la terraza de tu cabaña. Este oasis en medio del desierto te hará reconectar con la naturaleza y olvidar el caos de la ciudad, al menos por unos días.
Sus creadores Devín Semler y Polo Pérez, justo iniciaron todo con unas vacaciones a Pescadero, luego de su ajetreada vida en la ciudad. ‘El Perdido Hotel’ tiene lo mejor de ambos mundos, la privacidad de sus espacios ya que al ser tan pocas cabañas es muy raro encontrarte con muchas personas, y la comodidad de un hotel de lujo ya que cada amenidad está planeada para que disfrutes tu estancia al máximo. Las habitaciones o ‘jacales’ tienen tina al aire libre, terraza, hamacas, reproductor de discos de vinilo y mezcal.
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Para los amantes de la vida wellness, este lugar ofrece varios espacios comunes tales como: una cocina rustica, una casa de huéspedes con servicio de alimentos, un huerto privado, un centro espiritual y un firepit para pasar la tarde con una buena copa de vino y una manta para los climas cambiantes de Cabo. Además de la hermosa piscina y el jacuzzi que se comparte con el resto de las cabañas o ‘jacales’.
En cuanto a la comida, este lugar tiene uno de los restaurantes más famosos de Baja; Coyote es un espacio al aire libre que te hará sentir como en un merendero en los 80´s. Su carta es fresca y creativa, platillos sin complicaciones como los clásicos ‘tacos de pescado estilo baja’ y la pesca del día. Un plus del lugar es que todo proviene de su huerto y mucho de los productos son de pesca sustentable y de productores locales.
