No hay nada más mexicano que organizar una reunión en casa, una fiesta o una salida por la ciudad en donde el punto en común sea un caballito de tequila. Este destilado con Denominación de Origen Tequila, se ha convertido no solo en el principal exponente de nuestro país, sino en un componente indispensable para la mixología y el mundo de los aguardientes a nivel internacional. Es por ello, que como buenos paisanos del Tequila, tenemos la responsabilidad de poner el ejemplo y elegir una etiqueta de la más alta calidad y de origen 100% mexicano.
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En este punto debemos contarte que José Cuervo es la única destilería que sigue siendo completamente mexicana. Don José María Guadalupe de Cuervo y Montaño, fue el responsable de iniciar un legado que hasta la fecha sigue celebrando el sentido de pertenencia y tradición. Para las fiestas privadas de la familia, ellos servían su Tequila más especial, y la buena noticia es que este ya se encuentra disponible a la venta para el público en general. Se trata de José Cuervo Reserva de la Familia.
Food and Pleasure tuvo la oportunidad de ir a conocer las tres etiquetas que pertenecen a esta exclusiva línea, y la verdad es que terminamos cautivados con el especial cuidado, pasión y trabajo que se le invierte a la creación de cada una de dichas botellas. Durante la cata, que tuvo lugar en las increíbles instalaciones de Blanco Colima, aprendimos un poco más acerca de los principales factores que intervienen en la creación del Tequila, en donde la tierra –solo es considerado Tequila aquel se se elabora en el municipio del mismo nombre en Jalisco–, el agave azul –tequilana weber– y el tiempo, juegan un papel primordial para dar como resultado un producto digno de recordarse.
El primer tequila que probamos fue un José Cuervo Reserva de la Familia Platino, el cual destacó por sus notas a flor de jazmín, cardamomo y cáscara de limón. En Blanco Colima recomiendan maridarlo con opciones como tostadas de atún con toques cítricos.
La segunda etiqueta que probamos fue un José Cuervo Reserva de la Familia Reposado, el cual estaba dotado de notas a madera, nuez moscada y maple. En Blanco Colima nos sirvieron unos tacos de lechón confitado para maridarlo y el resultado fue excepcional.
El tercer tequila que pudimos disfrutar fue un José Cuervo Reserva de la Familia Extra Añejo, con notas a cacao, naranja y caramelo. Al ser una bebida ligeramente más dulce que el resto de sus compañeras de gama, en Blanco Colima nos sirvieron un macarron de caramelo con sal, el cual creó la armonía perfecta con la bebida. Sin duda una combinación que tienes que probar.
Si eres fanático de nuestra bebida más reconocida a nivel internacional, entonces no dudes en correr por tu botellas de José Cuervo Reserva de la Familia. Ya sea que desees abrirla con amigos y disfrutar hasta el último trago o que prefieras resguardarla como una obra de arte en tu cantina, es una etiqueta que definitivamente debe formar parte de tu vida.
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