Dentro de la enorme y variada oferta gastronómica que abre sus puertas mes con mes en la colonia Roma, La barra de al lado podrá ser una de las más discretas, pero es un secreto que no nos podemos guardar. Se trata de un lugar tranquilo, romántico, con una cocina apapachadora y precios muy accesibles para pasar horas platicando a la luz de las velas, y ya promete convertirse en uno de los favoritos para celebrar los pequeños triunfos del día a día o para pasar las tardes lluviosas.
El concepto de La barra de al lado fusiona los bares de tapas madrileños con las cantinas mexicanas de antaño, con una carta que destaca por su gigantesca selección de vermuts —más de 60 etiquetas, además del vermut de la casa—, sus arroces y sus tortas. De hecho, a la cabeza de tan atinada cocina se encuentra la chef Lula Martín del Campo, quien se dio a la tarea de crear un lugar reconfortante, único y sin pretensiones más allá de comer delicioso y pasarla a gusto.
Al llegar, vale la pena permitirse un momento para asimilar la atmósfera acogedora y extra romántica del lugar, y empezar con un vermut, un jerez o una copa de vino para quitarse el frío. Después, una tabla surtida con quesos y embutidos acompañados con un pan con tomate cuyo sabor estalla en la boca gracias a la proporción ideal de ajo. También recomendamos probar las croquetas de jamón serrano, o la chistorra al vino tinto.
Para el plato fuerte, La barra de al lado definitivamente es un lugar en el que vale la pena pedir al centro y compartir, pues la Paella Marinera, el Pulpo a la Gallega y las Sardinillas —preparadas con una mezcla de jitomates, cebolla, vinagre de vino blanco y pan fresco— son platos que definitivamente vale la pena probar. Ahora bien, el regalo mexicano de la chef Lula para sus comensales son las tortas, en especial la de carne tártara, que es un verdadero apapacho para el alma.
¡Coman, disfruten y compartan!