Cuando pensamos en celebraciones a lo grande, nos vienen a la mente imágenes de enormes flores de colores brillantes estallando en el cielo nocturno. Los fuegos artificiales se han convertido en un espectáculo que ha iluminado los cielos de todo el mundo. Desde pequeños petardos hasta grandes pirotecnias, estos artefactos se han hecho famosos en fiestas y celebraciones de todo tipo. Por si alguna vez te lo habías preguntado, los fuegos artificiales se inventaron en Liuyang, una ciudad en la provincia de Hunan en China, hace más de mil años.


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La historia de los fuegos artificiales en Liuyang
La invención de los fuegos artificiales
Se dice que ya desde la Edad de Piedra, comenzó a formarse una pequeña comunidad a las orillas del río Liuyang, en la provincia de Hunan en China. Su historia transcurrió tranquilamente hasta que, en algún momento de la Dinastía Tang —618-907 d.C.—, un joven artesano llamado Li Tian inventó los fuegos artificiales. Estos pequeños artefactos rellenos de pólvora fueron evolucionando para lograr colores, tamaños y formas cada vez más complejas, acompañados de un característico silbido que anticipa una explosión multicolor que ilumina el cielo nocturno. Pronto, varios de los talleres en Liuyang dieron un giro y comenzaron a fabricar pirotecnia.

La Dinastía Qing: emperadores piromaniacos
No obstante, el verdadero boom de los fuegos artificiales en Liuyang sucedió durante la Dinastía Qing —1644-1911 d.C.—, pues fue la propia monarquía quien se interesó en la pirotecnia. En general, los emperadores Qing se destacaron por ser grandes mecenas de las artes, y los fuegos pirotécnicos se vieron enormemente beneficiados durante su reinado, pues no había fiesta, desfile o celebración que no contara con los espectáculos más elaborados de fuegos artificiales iluminando el cielo.

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Liuyang, una ciudad pirotécnica
Así pues, Liuyang no solo fue la cuna de los fuegos artificiales, sino que hasta el día de hoy sigue siendo uno de los mayores productores de pirotecnia en el mundo —aquí se fabrican más de la mitad de los fuegos artificiales del planeta—. Con más de 3000 fábricas, los cielos de esta ciudad china no dejan de ser escenario de las iluminaciones más deslumbrantes.

Todos los años desde hace ya más de una década, la ciudad de Liuyang celebra el Festival Cultural Internacional de Fuegos Artificiales de China. Se trata de una noche mágica donde el cielo se tiñe de colores desde distintos puntos, con mercados, actividades especiales, desfiles y activaciones para ofrecer una experiencia completa para turistas y locales. Por su parte, el Museo de los Fuegos Artificiales está abierto todo el año, y es un gran lugar para aprender más sobre la historia de la ciudad y su vínculo con los fuegos pirotécnicos.

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La belleza natural de Liuyang más allá del fuego
Pero aunque Liuyang es famosa principalmente por ser la ciudad donde se inventaron los fuegos artificiales, en realidad se trata de una ciudad rodeada de bosques, montañas y cascadas para enchinar la piel. El Parque Forestal Nacional de la Montaña Dawei es un paraíso de cascadas y bosques de bambú que durante la primavera se llena de flores. Si te gusta el senderismo, la montaña Daowu ofrece rutas serenas y alejadas de las multitudes, aunque si buscas algo un poco menos extremo, siempre es agradable pasear a lo largo del río Liuyang.

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