Si a estas alturas te estás preguntando dónde comer el pan de muerto más rico de la CDMX para poder acompañarlo con un chocolate caliente o un pumpkin spice latte. Debes saber que en Madre Café y Madre Cafecito encontrarás este pan muy típico del Día de Muertos en su versión tradicional, al igual que tres nuevas variantes: chocolate oaxaqueño, croissant de muerto y croissant relleno de crema de avellana.
TE PUEDE INTERESAR: 5 preciosos hoteles para desayunar riquísimo con un pan de muerto en la CDMX
Madre Café: 4 panes de muerto
Para esta temporada, el icónico restaurante de Madre Café –ubicado en una antigua casona de la colonia Roma– ha priorizado llevar a tu mesa el clásico pan de muerto, elaborado con una exquisita mezcla de mantequilla de azahar, naranja, romero y mucha azúcar. Por otro lado, la chef Paloma Sola y su equipo se pusieron creativos y lanzaron el pan de muerto con chocolate oaxaqueño y cítricos que solo lleva mantequilla, azahar, cítricos y azúcar.
Croissants de muerto
Por si fuera poco, Madre Café no solo quiso quedarse con las ganas de crear un pan de muerto tradicional. Y es que se vale sacarle provecho al tema de la gentrificación, por ello crearon dos croissants de muerto. El primero es un croissant de muerto ‘clásico’, es decir, conserva la forma de este pan francés pero los sabores de la mantequilla de azahar, la ralladura de naranja, romero y azúcar. El segundo es un croissant relleno de crema de avellana decorado con una galleta Lotus.
TE PUEDE INTERESAR: 5 lugares en la CDMX con postres de pumpkin spice híper reconfortantes
Madre Café: costo del pan de muerto y el mejor horario para probar
Si deseas visitar Madre Café y probar su pan de muerto tradicional, así como sus otras tres versiones, te recomendamos visitar el spot –al igual que Madre Cafecito– antes del mediodía. El sitio es muy concurrido, sobre todo para la hora del desayuno y estos panes han tenido una alta demanda al igual que sus talleres de pan de muerto que ya son un rotundo sold out. Cada pan tiene un costo de $60 pesos.
