Especialmente cuando se busca un destino cerca de la CDMX donde pasar un fin de semana tranquilo y relajante, visitar Cuernavaca siempre es buena opción. Cuenta con un atractivo turístico sorprendente, así como una atmósfera local que será la escapadita perfecta del ajetreo citadino; entre sus muchos sitios de interés también se encuentran proyectos gastronómicos que incorporan a la perfección el patrimonio cultural de su territorio, y Malva es uno de ellos. Se trata de una encantadora cafetería en Cuernavaca de privilegio a los productos locales y el comercio responsable, perfecto para quienes busquen consentirse con un buen café o un desayuno apapachador.
Más que un simple café y restaurante, Malva se establece como uno de los rinconcitos culinarios más encantadores de Cuernavaca, laborando como un centro de respeto a los ingredientes locales, el trato justo del producto mexicano y la filosofía de competencia responsable entre demás proyectos gastronómicos en la ciudad. Cuenta con el espacio ideal para una mañana de home office tranquila, o bien para conectar con la naturaleza y disfrutar un buen café de especialidad.
Su espacio se inspira en las plantas, por lo que desde el cruce de sus puertas se respira una atmósfera natural y refrescante, lo que a su vez resulta en un refugio cálido y de bienvenida amigable. En su barra de café es donde se lleva a cabo gran parte de la magia, prestando atención especial a sus bebidas de especialidad y buscando exponer el gran trabajo de caficultores mexicanos; también hay una pequeña terraza al aire libre donde disfrutar visitas más prolongadas y consentirse con su menú de alimentos.
Este último lleva un paso más allá la propuesta de esta encantadora cafetería en Cuernavaca, con platos reconfortantes en los que se puede apreciar un cariño por las tradiciones y los ingredientes mexicanos. Entre los imperdibles se encuentra su toast de coliflor rostizada –con aguacate tatemado, coliflor rostizada con queso y crujiente de pepita–, sus chilaquiles de totopos azules–que puedes pedir verdes o rojos, acompañados de crema de yogurt, cebolla caramelizada y queso de rancho — y su bollo relleno de pulled pork y col fermentada kimchi.
Sin duda alguna, visitar Malva será maravillarse con una de las propuestas más auténticas para desayunar en Cuernavaca, absorbiendo desde un enfoque culinario el atractivo local y sosegado del destino. Lo mejor de todo es que, para quienes prefieran disfrutar su cariño al buen café mexicano desde la comodidad de su hogar, también existe la posibilidad de adquirir algunos de sus cafés para llevar a casa.