Con su espíritu vecinal, su pasado porfiriano y su emblemático kiosco morisco, la Santa María la Ribera es una colonia marcada por la tradición y la familiaridad. Uno de los tesoros por los que brilla este rincón al norte de la ciudad es por su propuesta gastronómica honesta que, sin hacer demasiados aspavientos, logra una oferta completa, variada, práctica y deliciosa. El Pan de María es una micro panadería en la Santa María la Ribera que ofrece un pedacito de Sicilia en plena Ciudad de México, con café y pan recién hechos listos para llevar para comer en casa o mientras caminas al trabajo.
Si tú como nosotras adoras recorrer la ciudad en busca de lugares con un menú y un ambiente prometedores, quizá ya conozcas María Ciento38, un patio típico italiano sumergido en el patio de una antigua casona construida hace más de 150 años. La entrada del restaurante es seductora a morir: un pasillo lleno de plantas que parece funcionar como una máquina teletransportadora. Sin embargo, si tienes prisa y no puedes detenerte, basta con caminar unos pasos más para encontrar El Pan de María, una panadería en la Santa María la Ribera de donde emana un aroma igual de tentador para empezar la mañana con el pie derecho.
En sus vitrinas se exhiben exquisitos platillos callejeros típicos de Sicilia pensados para pedir para llevar, como pan dulce y salado, café, infusiones, arancini, panini y ensaladas para comer mientras caminas. No obstante, esta panadería en la Santa María la Ribera no deja de reconocer el sitio donde se encuentra y también oferta conchas, garibaldis y panes de temporada, como pan de muerto y rosca de reyes. Aquí también podrás encontrar postres, mermeladas, conservas y miel orgánica para endulzarte el día.
Cabe destacar que todas las recetas de Pan de María provienen del recetario personal de la chef Antonietta Di Pasquale, mejor conocida como la Nonna, quien en 1979 migró de su natal Sicilia para vivir con su familia en la CDMX. Uno de los principios fundamentales que rigen la cocina del restaurante y de la panadería es el compromiso con la calidad y la honestidad, por lo que todo se prepara desde cero en casa, sin conservadores, congelados ni harinas preparadas. Otro punto fuerte es el café italiano que completa la experiencia sin dejarla flaquear en ningún momento.
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