La riqueza cultural, arquitectónica, artística, gastronómica y natural del estado de Puebla es invaluable, y por supuesto que su capital es reflejo de ello. Desde maravillarse con la arquitectura de la catedral, visitar la Biblioteca Palafoxiana, pasearse por las salas sinuosas del Museo Barroco, comer chiles en nogada en La Noria, pasar por un dulce típico a La Gran Fama o admirar la ciudad desde La Estrella de Puebla, en realidad es difícil quedarse sin algo que hacer en esta ciudad. Aquí te dejamos seis planes fuera de lo común que quizá no conozcas y que definitivamente valen la pena.
¡Viajen, disfruten y compartan!
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Visitar la terraza del Museo Amparo
A través de la Fundación Amparo, este museo está comprometido con la conservación, exhibición y divulgación del arte prehispánico, virreinal, moderno y contemporáneo de México. La terraza en el rooftop es la cereza del pastel para terminar el recorrido por las salas de exposiciones en un lugar tranquilo, acogedor y moderno con las mejores vistas de la arquitectura colonial del centro histórico de Puebla. Además, ahí encontrarás la instalación de sitio específico 2i019 de la artista Magdalena Fernández, el cual utiliza láminas de espejo para jugar con las luces y los reflejos, evocando los relieves de las azoteas urbanas.
Pasear por el callejón de Los sapos
Con sus casonas virreinales pintadas de colores vibrantes, el callejón de Los Sapos es una de las calles con mayor tradición en Puebla. Hoy en día, la mayoría de estas puertas se abren para recibir tanto a locales como a turistas en sus tiendas de artesanías y antigüedades, cafeterías, cantinas y hoteles. Los viernes y los sábados por la noche, la música en vivo inunda los bares y cafés, sacando a relucir la personalidad bohemia del barrio. Los fines de semana, a partir de las 10:00 a.m., comienzan a alzarse los puestos del Tianguis Los sapos, ideal para conseguir antigüedades, arte y artesanías.
Remar por la laguna de San Baltazar
A pesar de que durante siglos este espacio al sur de la ciudad ha sostenido un estrecho vínculo con la urbe como uno de los principales sitios de esparcimiento al aire libre, no fue sino hasta los años 80 que se rehabilitó para convertir la laguna y sus alrededores en un parque ecológico. Aquí se puede pasar un día en familia muy a gusto remando en las lanchas (que además ayuda a oxigenar el agua) o alimentando a los patos. También es un espacio ideal para pasar tiempo a solas, leer un libro acompañado por los sonidos de la naturaleza, salir a correr en su pista (que mide una milla) o simplemente pasear por sus senderos.
DIRECCIÓN: Av. Bugambilias #6316 Col. Bugambilias
SITIO WEB: Laguna de San Baltazar
Ver una obra de teatro en el Museo Casa del Títere
A lo largo de sus salas se exhiben más de 1400 títeres de las colecciones Rosete Aranda-Espinal y Guiñol Época de Oro, las dos grandes estirpes que conforman la tradición titiritera del INBA. El museo rinde homenaje a la historia y evolución de este arte alrededor del mundo, así como los distintos tipos de títeres y su producción. Cuenta también con una sala para exposiciones temporales y funciones en vivo. Si al salir todavía tienes tiempo y ganas de seguir explorando salas interactivas —que seguro será el caso— en el mismo complejo museístico se encuentran el Museo Infantil, la Casa de la Música de Viena, el Museo del Automóvil y el parque Paseo de Gigantes, entre otros.
DIRECCIÓN: Complejo Museístico La Constancia Mexicana acceso por Av. Obreros Independientes S/N, Col. Luz Obrera.
TELÉFONO: 222 224 1595
SITIO WEB: Casa del títere
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Darte una escapada a Valsequillo
El lago de Valsequillo en realidad es una presa que se construyó en los años 40 del siglo pasado, y se convirtió en uno de los destinos de fin de semana favoritos entre la sociedad poblana. En los últimos años, el lugar ha ido recuperando fuerza, sobre todo entre lxs jóvenes, por ser el lugar ideal para practicar deportes acuáticos —como esquí acuático, paseos en lancha y pesca— a tan solo media hora de Puebla. Por otro lado, Valsequillo también tiene una faceta súper romántica para una escapada revitalizante para relajarse a las orillas del lago, con las mejores vistas del Popocatépetl.
Descubrir los aforismos en el mural de dichos de El Mural de los Poblanos
Como su nombre lo indica, los reflectores de este restaurante de comida poblana se los lleva el mural que adorna el salón principal. Esta obra, del artista Antonio Álvarez, retrata a los personajes más prominentes de la historia, cultura y sociedad poblana del siglo XX. Sin embargo, este no es el único mural imperdible de este artista en las paredes de El Mural. En una esquina en el primer piso, frente a la barra, se encuentra el Mural de los Dichos Mexicanos, el cual te mantendrá entretenidx buscando las representaciones más ingeniosas tanto de las frases que usas en tu día a día, como de los aforismos que solo has escuchado de tu abuelita. En tu visita no te puedes perder la trilogía de chalupas, el mole poblano y el helado de turrón.