Nuestro país esconde destinos únicos y sorprendentes que poco a poco han sido descubiertos por los viajeros de corazón. Oaxaca es un estado lleno de riqueza gastronómica y cultural, que cada día nos sorprende más ya que esconde destinos naturales que parecen sacados de una película de aventura. En esta ocasión descubrimos una playa entre blancas dunas de arena que además, es el paraíso de los surfistas ya que se encuentra a mar abierto.
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En este lugar literalmente puedes estar entre el desierto y la playa, sus hermosas dunas de arena formadas por suaves capas arrastradas por el viento, dejan ver a lo lejos un mar azul que resalta con el brillo del sol. Sus enormes dunas de arena que abarcan gran parte del Istmo, son perfectas para practicar sandboarding, también son increíblemente instagrameables.
Esta comunidad costera de Chipehua se dedica a la pesca y el comercio local, por lo cual en los alrededores puedes comer deliciosos platillos típicos de la región con ingredientes locales y pesca sustentable. También puedes adquirir artesanías y regalos ideales para recordar tu viaje a este paraíso.
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La playa de Chipehua es de oleaje intenso, sin embargo hay zonas que son ideales para surfear y otras para nadar en sus cálidas aguas azul turquesa. Siempre se recomienda seguir las indicaciones de los guías y de los encargados de la zona para mantener la seguridad de todos los visitantes y resguardar la limpieza de las playas.
Este conjunto de playas vírgenes entre montañas y dunas de arena blanca, es un destino al cual se puede llegar desde Huatulco a Salina de Cruz y tan solo a 15 minutos se llega en auto. Puedes parar a comer en la zona y también rentar una cabaña cerca de Salina de cruz. También hay una zona hotelera con playas muy hermosas y más turísticas.