Si alguna vez pensaste que para ver una ciudad completamente blanca era necesario viajar hasta Santorini, Grecia, o que para tomarte las fotos más espectaculares en una ciudad azul era preciso ir a Chefchaouen, Marruecos, entonces toma asiento, pues tenemos la noticia de que en México tenemos ciudades y pueblitos en los que todas las casas son del mismo color, logrando un paisaje espectacular y digno de visitar. Aquí te compartimos algunos de ellos.
¡Viajen, disfruten y compartan!
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Taxco– Blanco
El Pueblo Mágico de Guerrero no solo se caracteriza por ser el punto perfecto para ir a comprar joyería de plata directamente de los productores y artesanos de la región, sino que es el sitio predilecto para callejonear, disfrutar de unas chalupas, unos buenos tamales o una rica cecina en alguno de sus restaurantes típicos. Por si fuera poco, la arquitectura de este sitio es preciosa, ya que casi todas las casitas comparten una gama de colores en donde predomina el blanco con toques de color rojo quemado, piedra y techos en teja.
Zacatecas– Rosa
Algunos describen a Zacatecas como la ‘Ciudad Rosa de México‘, y esto se debe a que gran parte de sus edificios fueron construidos con cantera rosa, un tipo de piedra que le otorga un aspecto rosáceo suave a sus calles. Se trata de una ciudad monumental que destaca por su elegancia y belleza con influencias arquitectónicas que van desde lo gótico hasta lo parisino.
Izamal– Amarillo
Probablemente lo has visto en fotos –si es que no has ido–, ya que cada vez más personas comienzan a mostrar interés por este Pueblo Mágico de Yucatán que se distingue de cualquier otro por sus construcciones pintadas de un color amarillo vino con finos toques en tono blanco. Durante tu visita, podrás tomarte las mejores fotos en el Convento de San Antonio de Padua, ir a zambullirte a algún cenote de la zona y probar las delicias de la gastronomía yucateca. No lo pienses dos veces y conoce la ‘Ciudad Amarilla de México’.
Val’Quirico– Piedra
Un favorito para findesemanear por su cercanía a la Ciudad de México. No muchos lo saben, pero Val’Quirico es un pueblo artificial inaugurado en el 2014. Aunque a algunos no les ‘encanta’ la idea de conocer un sitio de nueva creación, vale la pena darse una vuelta para disfrutar de su belleza. Todas las construcciones son de piedra –al igual que sus calles– y su estilo emula una ciudad medieval europea. Al estar ubicado en la localidad de Santa Águeda, Tlaxcala, podrás llegar fácilmente en coche, permitiéndote incluso ir y regresar el mismo día.
Mazamitla– Blanco y rojo
También conocido como ‘La Suiza Mexicana’, este Pueblo Mágico es la definición de un sitio lleno de armonía, donde todo parece hacer sentido y estar en orden. Sus construcciones siguen una misma línea arquitectónica, donde una vez más predomina el color blanco con toques color rojo quemado y techos en teja de color marrón que le otorgan el toque acogedor a sus casitas. Durante tu visita, no te olvides de probar el mole de olla, los tacos sudados y el Minguichi, una sopa que consiste en leche, tomate verde, cebolla, ajo, elote y chile poblano.
Real de Catorce– Piedra
No hay nada más bonito que encontrarse con un pueblito construido completamente de piedra. Este es el caso de Real de Catorce, ubicado en el estado de San Luis Potosí. Desde que pones un pie en este lugar, sentirás que te transportas a otra época al mirar sus fachadas de piedra. Aunque el clima suele ser bastante frío, te sentirás como en casa después de comer unas ricas enchiladas potosinas acompañadas de un café de olla. Construido en 1779, este ‘Pueblo Fantasma de México’ es la escapada perfecta para quienes buscan un entorno tranquilo y muy diferente a lo típico.
San Sebastián del Oeste– Blanco y rojo
La visita obligada en Jalisco; sus calles empedradas, paisajes montañosos, pequeños comercios y su arquitectura homogénea en tonos blanco, rojo y café, convierten a San Sebastián del Oeste en uno de los tesoros aún no tan conocidos de nuestro país. Se trata de una pequeña población fundada alrededor del año 1605 en donde actualmente puedes ir a callejonear y por supuesto a comer pozole, birria, enchiladas de mole, tostadas y tamales en alguno de sus encantadores restaurantes.
Tapalpa– Blanco y rojo
Escondido entre un paisaje boscoso del estado de Jalisco, este Pueblo Mágico combina la belleza natural con la tranquilidad de la montaña y la homogeneidad arquitectónica de sus construcciones blancas con tejados rojos de dos aguas. Su paz, su clima fresco y sus calles empedradas te transportarán a un México antiguo. Para llegar, solo hará falta que manejes durante dos horas partiendo desde Guadalajara, y te recomendamos que –si deseas pasar la noche ahí– te hospedes en Tapalpa Country Club Hotel, es un sueño hecho realidad.