Durante la temporada de frío, usualmente entre noviembre y marzo, México se convierte en el destino predilecto no solo de montones de viajeros, sino también de distintas especies que buscan temperaturas más cálidas para aguardar la primavera. Una de las más emblemáticas es la mariposa monarca, una criatura pequeña pero majestuosa que recorre miles de kilómetros desde Canadá para pasar el invierno en los bosques de oyamel de Michoacán y parte del Estado de México. En este rincón privilegiado del planeta se encuentra Mineral de Angangueo, el Pueblo Mágico de las mariposas monarca digno de visitar en tus vacaciones, pero que deslumbra con un esplendor de negro y naranja durante esta época del año.
En 2012, Mineral de Angangueo se incorporó a la lista de Pueblos Mágicos de Michoacán, lo cual sin duda atrajo los reflectores hacia sus paisajes boscosos y sus techos de teja. Sin embargo, este lugar ya era famoso desde mucho antes. Parte de su nombre deriva del purépecha y significa ‘pueblo entre montañas’, y nos remite no solo a su ubicación geográfica, sino también a su glorioso pasado minero, el cual se hace presente también en la traza colonial de sus calles, en los techos de teja de sus casas y en los balcones que presumen flores de colores.
Si visitas Mineral de Angangueo, algunos imperdibles que debes incluir en tu itinerario son el Templo de la Inmaculada Concepción, cuya arquitectura gótica en cantera rosa y gris data del siglo XVIII, y la Iglesia de San Simón Celador, construída en el siglo XVII. Ambos se encuentran en la Plaza Principal del pueblo, alrededor del kiosco de hierro que los locales utilizan como punto de reunión. Otro atractivo que vale la pena conocer es el Museo Casa Parker, una construcción colonial de estilo afrancesado que alberga una colección de documentos y fotografías que relatan la historia minera de este Pueblo Mágico. Para completar la experiencia, aquí encontrarás también la entrada del Túnel Turístico San Simón, que mide aproximadamente cien metros y recrea las condiciones de trabajo de los mineros de aquel entonces, incluyendo la indumentaria y el equipo que utilizaban.
Por supuesto, una de las razones principales que atraen a cientos de visitantes año con año al Pueblo Mágico de la mariposa monarca es, precisamente, que se encuentra muy cerca de la Reserva de la Biósfera en la que abundan los santuarios donde se pueden ver miles de estos insectos revolotear entre los árboles —el más cercano es El Rosario, uno de los santuarios más grandes del mundo—. De hecho, entre febrero y marzo se realiza el famoso Festival de la Mariposa Monarca, que es la mejor época para visitar los santuarios y promover la conservación de la especie. Por otro lado, si no tienes oportunidad de visitar Mineral de Angangueo durante el invierno, te recomendamos ir apartando el 3 de mayo para asistir a la celebración de la Santa Cruz, pues durante esta fiesta las calles principales del pueblo se tapizan de impresionantes y coloridos tapetes de aserrín.
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