México está repleto de sitios que, por su enorme valor cultural, natural, histórico y gastronómico, se han merecido un lugar en la lista de Pueblos Mágicos. Aunque en general todos estos pueblos ofrecen una variada cartelera de actividades para todos los gustos —desde recorridos culturales hasta retiros para meditar y turismo extremo—, el común denominador es que son fáciles y divertidos de recorrer a pie. Estos son cinco Pueblos Mágicos para callejonear con un canario cerca de la CDMX.
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CHOLULA
A solo un par de horas de la CDMX, Cholula es uno de los destinos gastronómicos más reconocidos de todo el país y uno de los mejores Pueblos Mágicos para callejonear. A pesar de su gran tamaño y de prácticamente haberse fusionado ya con la capital poblana, fue nombrado Pueblo Mágico en 2012 y sigue manteniendo esa vocación pintoresca que fusiona las culturas prehispánicas y coloniales, sin dejar de lado un espíritu innovador y cosmopolita tanto en el arte como en la cocina. Después de un recorrido por el Templo de Nuestra Señora de los Remedios y los túneles para explorar la Gran Pirámide de Cholula debajo, el Museo de Talavera Alarca, el Ex-Convento de San Gabriel y la Plaza de la Concordia, nada como un clásico cantarito con el mejor tequila en Los Cantaritos.
DIRECCIÓN: Av. 13 Ote. 412, San Pablo Tecamac, Cholula, Puebla
TELÉFONO: 222 947 7189
SITIO WEB: @cerveceria_cholula
HUAMANTLA
Este pueblo en Tlaxcala es un derroche de historia y cultura y uno de los mejores Pueblos Mágicos para callejonear cerca de la CDMX. Al pasear por sus calles se van descubriendo edificios de estilo francés y una gran tradición taurina; durante las fiestas su espíritu festivo se materializa en forma de gigantes e impresionantes tapetes de aserrín que atraen a miles de viajeros año con año. No hay nada como visitar la Basílica de la Virgen de la Caridad, el Museo de la Ciudad, sus haciendas pulqueras, y el Palacio Municipal —donde se alberga una reproducción del códice de Huamantla, uno de los más grandes del mundo y uno de los pocos documentos de la cultura otomí que se conservan—, y terminar con una michelada en De Cantera, un restaurante inspirado en la gastronomía mexicana perfecto para visitar con amigos.
METEPEC
A un costado de Toluca, el Pueblo Mágico de Metepec es uno de los destinos más encantadores para callejonear cerca de la CDMX. Este pueblo es particularmente famoso por sus artesanías, sobre todo por sus extravagantes árboles de la vida. Metepec es uno de esos lugares que se pueden recorrer en un solo día, y que se disfrutan mucho más si te dejas deambular por sus calles bohemias repletas de talleres de artesanos, edificios modernos que conviven en armonía con construcciones coloniales con espléndidas fachadas barrocas y neoclásicas. Por las noches, la vida nocturna se enciende, y no hay nada como terminar un día de caminata con un cantarito gigante de Bar Don Chicho.
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HUASCA DE OCAMPO
Escondido en medio del bosque en Hidalgo, a menos de tres horas de la CDMX, se encuentra Huasca de Ocampo, el primer lugar en el país en ganarse la categoría de Pueblo Mágico por su belleza natural, lugares históricos y haciendas coloniales. Caminar por sus calles empedradas y descubrir sus preciosas haciendas construidas en piedra y casitas con techos de tejas es uno de los planes más románticos y una de las razones por las que este será tu nuevo Pueblo Mágico favorito para callejonear. Su artesanía más popular es la alfarería, por lo que no es sorpresa que los cantaritos sean una de las especialidades del pueblo. Puedes probar los más tradicionales en Casa Vargas, frente a la parroquia de San Juan Bautista en la esquina principal del pueblo.
DIRECCIÓN: Huasca Centro, Huasca de Ocampo, Hidalgo
SITIO WEB: facebook.com
BERNAL
Situado al pie del imponente monolito conocido como ‘La Peña de Bernal‘, Bernal es un destino turístico popular por su belleza natural, su arquitectura colonial y su rica historia, lo cual hace de este uno de los mejores Pueblos Mágicos para callejonear. Se ubica en el estado de Querétaro, compartiendo parte de su atmósfera pintoresca y encantadora, apreciable en sus calles empedradas, casas de adobe y coloridas fachadas. Vale la pena recorrer sus negocios y tiendas de artesanías, así como conocer algunos de sus viñedos cercanos y deleitarse con sus quesos artesanales o con un buen cantarito de los que venden en la calle para caminar mientras te refrescas.
