Existen algunos sitios que muestran el punto de encuentro perfecto entre maravillas de la naturaleza y obras creadas por el ser humano, consolidándose como algunos de los escenarios más sorprendentes que se podrían visitar. Entre ellos existe un puente de piedra escondido por la frondosidad de su entorno, conocido también como ‘puente del diablo‘ por lo increíble de su construcción, y ofreciendo un panorama maravilloso que lo hace parecer como sacado de una película de fantasía.
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En algunas ocasiones, el ser humano crea obras que parecen desafiar todas las leyes de la física, estableciéndose como maravillosas construcciones dignas de visitar, y asemejando también panoramas que parecen pertenecer a un mundo fantasioso. Tal es el caso de este increíble puente inmerso en el bosque, elaborado a partir de piedras gris oscuro y con una forma semicircular que se completa a través de su reflejo en las aguas que cruza.
Su nombre es Rakotzbrücke, que en español se traduce como ‘puente del diablo’, nombre que se le otorga debido a que al menos por su forma y antigüedad, sería casi imposible que se mantuviera en pie hasta la fecha. Se localiza dentro del Parque Kromlauer al este de Alemania, rodeándose también de vegetación exuberante, lagos paradisiacos, grandes piedras de basalto y especies endémicas que le brindan al sitio una atmósfera mágica.
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Este ‘puente del diablo‘ se construyó durante el siglo XIX –alrededor de 1860– con el propósito de crear un círculo perfecto con ayuda de su reflejo. El posicionamiento estratégico de sus rocas resulta en una visión estética espectacular que, si bien se ha debilitado con el paso de los años, permanece como un puente bien erguido y digno de conocer. Se encuentra en un proceso de restauración y ya no se permite cruzarlo, pero esto no significa que no ofrezca algunos de los panoramas más místicos en el destino.
El acceso al Parque Kromlauer es completamente gratuito y disponible durante cualquier hora del día, aunque vale la pena acudir en una visita guiada para conocer todos los datos curiosos de su espacio, así como llegar de forma más fácil hasta su ‘puente del diablo’. Ya sea para maravillarse con sus escenarios o para obtener algunas fotografías dignas de postal, visitarlo será una experiencia inolvidable.
