Justo en el corazón de la Península de Yucatán se encuentra un maravilloso destinos que no deja de cautivar por su encanto tropical y su belleza natural: Puerto Progreso. La joya costera se conoce principalmente por su muelle icónico, que a su vez se considera como el más largo en todo el mundo y se rodea de un paisaje natural lleno de aguas cristalinas. Lo mejor de todo es que se ubica a menos de una hora de Mérida, ¡descubre por qué es parada imperdible en el estado!
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Con una longitud impresionante de siete kilómetros y medio, el Muelle de Arcos de Progreso es un lugar que ha capturado la atención de los visitantes durante décadas. Desde su construcción en el 1939, ha sido testigo del flujo constante de barcos que llegan a este puerto, lo que le añade también un carácter histórico y comercial. Aunado a esto, desde ambos lados del muelle se puede admirar el impresionante panorama del Golfo de México, lo que convierte a este sitio en un excelente punto de partida para explorar el destino.
Cabe destacar que Puerto Progreso es mucho más que su famoso muelle, ya que también alberga preciosas playas de aguas cristalinas que ofrecen el escenario perfecto para amantes del mar y las actividades acuáticas. Al ser un destino más local, éstas detentan una atmósfera más relajada, al igual que aguas tranquilas en tonalidades cristalinas.
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Para amantes de la naturaleza, no se puede dejar de visitar la Reserva de la Biosfera de Celestún, ubicada aproximadamente a hora y media de Puerto Progreso, un recorrido que definitivamente vale la pena realizar. Se apreciará un verdadero santuario natural, hogar de una increíble diversidad de aves –entre los que hay flamencos rosados andando libremente por sus salinas–, manglares y vida silvestre.
La gastronomía es otro aspecto destacado de Puerto Progreso, por lo que todo viajero foodie se maravillará con deliciosos mariscos frescos y platillos típicos yucatecos que deleitarán al paladar. Ya sea que se opte por los famosos tacos de pescado o la cochinita pibil tradicional, se tendrá una experiencia de encanto local y sabores auténticos.
