Durango, también conocido como ‘Villa de Durango’ es mucho más que un destino turístico al norte de nuestro país. Es más bien un estado que, desde fundación hace aproximadamente 456 años, ha sido un sitio en el que corre historia, cultura y tradición. En la actualidad es un testimonio vivo, en el cual su pasado y presente continúan fusionando a través de sus construcciones virreinales, iglesias, templos, plazas y Pueblos Mágicos que le dan sentido y el reconocimiento de ser un lugar en donde hay mucho qué ver y hacer en Durango.
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Durango, una ciudad cuya fundación data hace más de 456 años
Durante la época virreinal, Durango, Chihuahua, Sonora y Sinaloa formaban parte de la provincia de la Nueva Vizcaya–un término que se utilizó para denominar a los territorios descubiertos por Francisco de Ibarra–, los cuáles tiempo después fueron reorganizados y convertidos en ciudades independientes gracias a la lucha independentista. Sin embargo, el 8 de julio de 1553, Francisco de Ibarra y su pequeño ejército se asentaron creando la Villa de Durango.
En aquel momento surgieron tribus y apaches que se desplazaron por todo el territorio y se prolongaron hasta finales de la época del Porfiriato. Por fortuna la villa sobrevivió convirtiéndose en una ciudad en 1631 y fue durante el siglo XVII que se descubrieron minerales preciosos, que dieron pie a la creación de palacios, iglesias y mansiones. En la actualidad es uno de los estados más grandes de la república mexicana, está formado por 39 municipios, ocupa la segunda posición como uno de los destinos productores de oro y plata en el país y tiene la mayor cantidad de inmuebles históricos de todo México.
¿Qué ver y qué hacer en Durango?
Conoce la Catedral Basílica Menor y sorpréndete con su construcción
Considerada como una de las catedrales más bonitas del mundo, la Catedral Basílica Menor comenzó su construcción en el siglo XVIII y concluyó durante el siglo XIX, bajo una edificación de estilo barroco y neoclásico. De su imponente cimentación destacan sus ocho altares, dos pilares y una serie de imágenes de la sillería del coro y los lienzos. De día su belleza es incomparable, pero por las noches su alumbrado la torna mágica y cautivadora. Convirtiéndola en una parada obligada de qué ver y hacer en Durango.
Visita la Casa del Conde del Valle de Súchil
Otro de los destinos imperdibles en la ciudad duranguense es la Casa del Conde del Valle de Súchil. Este acervo fue construido en la segunda mitad del siglo XVIII por Pedro de Huertas, quien plasmó una edificación de arquitectura novohispana. En la actualidad es un museo en el que puedes descubrir el mundo de los textiles mazahuas. Hay tours guiados que valen mucho la pena para conocer la historia de este edificio y de sus exposiciones.
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Camina por la Plaza de Armas y admira sus edificios históricos
La Plaza de Armas es un espacio arbolado situado en medio del Centro Histórico de Durango y colindante al frente de la Catedral Basílica Menor. A sus alrededores se localizan edificios y construcción llenos de historia y casonas viejas, como la Casa de las Rosas, el Teatro Victoria y el Teatro Ricardo Castro. Y, por supuesto, su mayor atractivo es su quiosco de cantera rosa.
Visita el Museo Francisco Villa y el Museo Regional de Durango
Una de las mejores maneras de descubrir la historia y cultura de un destino es visitar sus principales museos. Aunque en Durango existen distintos espacios para hacerlo, si visitas esta ciudad debes conocer el Museo Francisco Villa y el Museo Regional de Durango. En el primero se sitúa en lo que anteriormente fuera el Palacio de Zambrano, que después fuese la sede de Gobierno de este estado para, finalmente en 2013 entregarse al Instituto de Cultura y abrir sus puertas como museo. Su fachada es de estilo barroco y en su interior se pueden apreciar murales, memorias y escritos de Francisco Villa.
El segundo museo data del siglo XIX y su construcción está inspirada en las edificaciones parisinas. Aquí, además de encontrar exposiciones temporales, también descubrirás un espacio dividido en auditorio, biblioteca y archivo histórico y una espacio para la venta de libros, postales, artesanías, entre muchas cosas más.
Prueba los platillos típicos de la región
Finalmente no te puedes ir de Durango sin probar su gastronomía. Una parada obligada es su Mercado Gómez Palacio, donde encontrarás platos típicos como la sopa de elote seco, los patoles, asado rojo, el caldillo durangueño, pipián rojo, por mencionar algunos. No hay que olvidar su queso añejo, sus postres y el mezcal de Durango.