A veces la majestuosa naturaleza sí le puede ganar al peso de la ambición. Aunque no es algo común, uno de los mejores ejemplos de esto es el increíble Eco-resort Cuixmala, ubicado en Costalegre de Jalisco. Para entender por qué este lugar es tan especial, hay que conocer su historia desde el principio, cuando el multimillonario franco-británico Sir James Goldsmith descubrió la belleza de este rincón y decidió hacer de él su hogar. En 1987, compró el terreno, y dos años después, su residencia, diseñada por el arquitecto Robert Couturier, ya estaba lista: un palacio de inspiración árabe, con una llamativa cúpula y muros pintados de amarillo para contrastar con la selva y el océano Pacífico. Pero al final de su vida, Goldsmith, conocido por ser un ‘tiburón financiero’, experimentó un giro radical y se volcó hacia la ecología, lo que cambió por completo el propósito de este lugar.
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Cuixmala: un refugio de lujo y conservación ambiental
Con su cambio de vida, Sir James decidió donar el terreno y, junto con la UNAM, crearon la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala. De esta manera, pudo poner en práctica muchas de sus ideas sobre conservación ambiental, convirtiendo el lugar en una reserva privada de más de 14,500 hectáreas. Aquí se protegen miles de hectáreas de playas vírgenes, selvas tropicales y especies en peligro de extinción. Su residencia, en lugar de quedarse como un refugio privado, fue transformada en un hotel de lujo, pero apegada al equilibrio con la naturaleza. Hoy, Cuixmala es pionero en el turismo ecológico de lujo. Además, al ser una reserva, ofrece una experiencia de privacidad y exclusividad, lo que ha atraído a personalidades como Madonna, Mick Jagger, Gwyneth Paltrow y Gael García. Aunque Sir James ya no está, sus hijos siguen manteniendo el proyecto. Una de sus frases más icónicas fue: ‘¿Por qué sería menos viable económicamente invertir en mejorar el medio ambiente que en dañarlo?’
Alojamientos exclusivos en Cuixmala
A pesar de lo grande que es el complejo, Cuixmala solo tiene 40 habitaciones exclusivas, distribuidas en cuatro tipos de alojamiento. Primero está Casa Cuixmala, la residencia original de los Goldsmith, que ahora se divide en suites con un estilo árabe único. A un lado se encuentran los Bungalows, escondidos entre la vegetación y con vistas impresionantes del océano. Los huéspedes de las suites y bungalows comparten una piscina privada y un área de relajación que se extiende hasta la playa. Un poco más adentro, en la selva, hay tres villas: dos en la cima de una colina y una frente al mar, cada una con su piscina privada, ofreciendo lo máximo aislamiento, con el toque auténtico de México en su diseño. Y para aquellos que viajan en grupo o con familia, están las diez casitas encantadoras, con uno, dos o tres dormitorios, cocina y terrazas, decoradas con arte y antigüedades mexicanas. Todas rodean una gran piscina con vistas infinitas a la plantación de cocoteros.
De la granja a la mesa, la alta cocina en este eco-resort de lujo
Como era de esperarse en un lugar como este, la alta cocina no podía faltar. Cuixmala cuenta con una granja biodinámica de más de 5,000 acres que abastece a sus tres restaurantes. Primero está el restaurante La Loma, ubicado en Casa Cuixmala, un espacio surrealista con interiores blancos y vistas panorámicas al mar, donde se ofrece una propuesta de alta cocina de inspiración internacional. Luego está la Casa Gómez, que sirve cocina tradicional mexicana y funciona como la casa club para los huéspedes, con restaurante, bar, salón y billar, abierta para desayunos, comidas y cenas. Y, para completar la experiencia, el restaurante Caleta Blanca, una parrilla junto al mar donde se sirven los mariscos más frescos del Pacífico, perfectos para disfrutar mientras sigues explorando la playa.
Todo lo que se puede hacer en Cuixmala
Además de todo el lujo, Cuixmala ofrece un sinfín de actividades para todos los gustos, desde experiencias sofisticadas hasta aventuras más salvajes. Empecemos por sus tres playas. La Playa Cuixmala, con 3 kilómetros de extensión, es perfecta para disfrutar de una meditación al amanecer, caminatas o paseos a caballo. Luego está la Playa Caleta Blanca, la más tranquila, ideal para practicar paddle surf, kayak, snorkel, pesca o incluso avistamiento de ballenas. Y, por último, la Playa Escondida, donde los más aventureros pueden nadar en las olas, escalar y descubrir una parte casi inexplorada de la costa mexicana. Además hay actividades recreativas como liberación de tortugas, recorridos por la laguna, excursiones en barco, masajes, pilates, yoga, sound healing, paseos en bicicleta, cenas junto a fogatas, canchas de tenis y todo lo que puedas imaginar. Sin duda, una experiencia de hospedaje llena de lujos, donde la conexión con la naturaleza es la más importante.
Dirección: Carretera Melaque, Puerto Vallarta – Manzanillo Km. 46, Jalisco
Página: cuixmala.com
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