Aunque está rodeado de refaccionarias, todos quieren ir a este restaurante por su cocina italiana a una calle de Bucareli

Si alguna vez has caminado por la calle Barcelona, en la colonia Juárez, sabes que está llena de talleres de refacciones, con las típicas llantas apiladas, herramientas sobre la banqueta y mecánicos trabajando al aire libre. Pero en medio de ese bullicio, destaca una casona antigua en una esquina, con luces tenues al interior, buena música y copas que chocan entre platos que van y vienen en un murmullo de conversaciones: es el restaurante Darosa. Aunque no está en la zona más glamurosa, casi siempre está lleno. Fue el venezolano Leo Labartino quien pasaba diario por ahí rumbo a su casa cuando vio el lugar, sin ningún anuncio de renta, pero con el potencial para el restaurante italiano que soñaba. Insistió hasta conseguir el espacio y, junto a su pareja y socia Andreina Matos, transformaron esa esquina en un rincón cálido y vibrante. Desde que abrió, Darosa ha ganado fama de boca en boca, y acaba de cumplir dos años, felices de tener un lugar sumamente auténtico y apegado a quienes son ellos.

Restaurante Darosa en la Col. Juárez
Foto: Cortesía Darosa
Restaurante Darosa en la Col. Juárez
Un rincón de cocina italiana tradicional en la Col. Juárez. Foto: Darosa

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Una historia de amor, raíces italianas y corazón venezolano: La historia detrás de Darosa

En Darosa encontrarás una cocina tradicional italiana con una mirada contemporánea, pero todo tiene un por qué y la historia es muy interesante. Leo Labartino, nacido en Venezuela, creció entre dos culturas: su madre venezolana y su padre italiano que lo llevaban de visita a Italia, donde se enamoró profundamente de la comida y las tradiciones familiares. En honor a su nonna Rosa, decidió llamar al restaurante Darosa, con ese ‘Da’ que significa ‘De Rosa’, como si se tratara de un espacio familiar. Luego de enamorarse, Leo y Andreina, también de Venezuela, decidieron diseñar juntos este proyecto. Aunque ninguno de los dos es chef de profesión, el mundo de la hospitalidad les nació de forma natural. Leo se define como un cocinero amateur, pero entre ambos han curado el menú, junto a un chef italiano, su buen gusto, su experiencia viajera y el deseo de crear una carta que ellos mismos disfrutarían.

Andreina Matos y Leo Labartino
Andreina Matos y Leo Labartino. Foto: Cortesía José Miguel Ramírez
Restaurante Darosa
Cocina tradicional italiana con una mirada contemporánea. Foto: Cortesía José Miguel Ramírez
Restaurante Darosa
Restaurante Darosa. Foto: Cortesía

Los imperdibles de Darosa

Como imaginarás, en Darosa el respeto por la tradición italiana va de la mano con una obsesión por la calidad y frescura de los ingredientes. En el menú brillan las pastas hechas en casa, los fermentos naturales, los quesos seleccionados y una curaduría de vinos que celebra lo mejor de Italia y del mundo. Para que sepas por dónde empezar cuando vayas, el mismo Leo nos compartió algunos de sus imperdibles: el Suplí cacio e pepe, con nduja picante, alioli de chile calabrese envueltos en una corteza frita y crujiente. También están la pasta de ragú de Wagyu y la lasaña, donde la carne se cocina a fuego lento durante al menos seis horas. Y otra imperdible es la Bakery arrabbiata con chile morita, una interpretación de esta clásica receta con chiles locales.

Cocina italiana tradicional en la CDMX
Foto: Cortesía José Miguel Ramírez
Menú de Darosa
Suplí cacio e pepe. Foto: Aída Q.
Pastas tradicionales italianas en CDMX
Foto: Cortesía

Sabores que celebran: lo que probamos en el aniversario de Darosa

Tuvimos la suerte de estar en su segundo aniversario y ahí probamos otras delicias como la ensalada Liona, hecha con lechuga frisée, sangría y cogollo en vinagreta de Jerez, así como una clásica Caprese di búfala con balsámico, todo acompañado de una focaccia barese suave y deliciosa. Uno de los platos que más nos enamoró fue la Agnolotti, una pasta rellena de stracciatella y azafrán que no tiene pierde. También probamos el Osobuco, un corte de carne, usualmente de ternera, que se deshace solo, y un Risotto con pecorino romano y trufa negra de verano que, literal, nos hizo rascar el plato. Y para cerrar, uno de los pasteles de chocolate más sublimes que hemos probado. Para acompañar el menú de aniversario se sirvió un maridaje especial con tres tequilas de Reserva de la Familia: Extra Añejo, Reposado y Añejo Cristalino, que elevaron toda la experiencia.

Menú de Darosa
Risotto con pecorino romano. Foto: Aída Q.
Pastel de chocolate en Darosa
Pastel de chocolate. Foto: Aída Q.

El ritmo que acompaña cada plato

No podíamos dejar de mencionar la música, que en el Restaurante Darosa no es solo fondo, sino parte esencial de la experiencia. Desde que entras, lo notas: la tornamesa, los vinilos y las bocinas de madera no están ahí solo porque sí. En algún momento la música termina robándote una sonrisa o haciendo que muevas los pies bajo la mesa. Y es que es uno de los pasatiempos de Leo, a quien le encanta curar la música que suena en el restaurante. También la ajusta según el ritmo de la cocina para animar el servicio, porque todos sabemos el poder de las canciones. Por todo esto, Darosa es ideal para una cena entre amigos con platos para compartir o una celebración íntima en un lugar cálido donde se respira autenticidad, buena onda y ganas de dar lo mejor.

Dirección: Barcelona 24, Juárez, Cuauhtémoc
Página: @_darosamx

Restaurante Darosa en la Col. Juárez
La música es parte de la experiencia. Foto: Cortesía José Miguel Ramírez
Restaurante Darosa en la Col. Juárez
Crédito: Cortesía José Miguel Ramírez

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