Ya hemos hablado de las mejores terrazas con vistas espectaculares al Zócalo de la Ciudad de México, pero si estás en busca de una nueva perspectiva, hacia otros paisajes históricos de la zona, tienes que visitar el Restaurante El Mayor, que ofrece una vista sin igual hacia la zona arqueológica del Templo Mayor, -una serie de construcciones piramidales que fueron el centro de la vida política y religiosa de los mexicas-, también se puede ver la espalda de la Catedral Metropolitana, la Casa del Marqués del Apartado, el Museo Archivo de la Fotografía y el Palacio de la Autonomía, atractivos visuales que muestran las distintas épocas que atravesó nuestro país. Perfecto para venir en familia o con amigos extranjeros.
El Mayor se ubica en la esquina de la calle República de Argentina y Justo Sierra, en el segundo piso de la Editorial Porrúa, sobre un monumento de arquitectura virreinal. En la entrada se exhibe una placa destacando que es uno de los edificios coloniales que persisten hasta nuestros días y que perteneció a Don Luis de Casillas, pariente de Hernán Cortés y regidor de la ciudad en 1550. Al subir, notarás que se trata de una terraza de diseño contemporáneo con pisos de granito y madera, con mobiliario de artesanos mexicanos, decorados con vegetación endémica y murales pintados a mano. Un ambiente acogedor y un deleite para la vista en todos los sentidos.
Por supuesto la comida está al nivel de un lugar tan especial. Con una propuesta gastronómica de la chef Begoña Pérez-Porrúa, especializada en la alta cocina mexicana, quien ofrece a los comensales exquisitos platillos y bebidas representativos de varios estados de la república, fusionando además la herencia culinaria de las épocas prehispánica, colonial y del México independiente. Ya sea para el desayuno o para la comida, algunos de sus platillos más tradicionales son, el salmón con glaseado de tres chiles sobre una cama de equites, las albóndigas de res rellenas de plátano macho bañadas de mole negro, camarones a la pibil, el pescado envuelto en hoja santa con mole anaranmillito, la cazuela de huevos con salsa de chapulines y queso gratinado.
No olvides dejar un hueco para el postre pues también ofrecen deliciosos manjares como los plátanos al mezcal, el pastel de maíz tierno bañado en cajeta o el helado de yogurt sobre una crujiente cama de merengue. Cada uno de los alimentos son elaborados con productos orgánicos, de productores locales y de agricultores de insectos y semillas, y lo mejor a un precio bastante accesible. El restaurante también cuenta con un área bar, con un estilo más moderno, donde los comensales pueden hacer la sobremesa mientras disfrutan de un delicioso cóctel.