El Valle de Guadalupe es uno de los grandes núcleos gastronómicos del país. Además de ser la región vitivinícola más importante de México, el valle ha atraído distintos chefs y proyectos que han sabido comprender que aquí tienen todo lo que necesitan: excelentes insumos, una enorme tradición culinaria, el mejor vino y, por supuesto, las vistas más espectaculares. Valle Farms es el nuevo restaurante en el Valle de Guadalupe que se suma a la oferta de la zona, con un concepto que busca fusionarse por completo con el entorno no solo a partir del menú, sino también de la arquitectura.
Te puede interesar: Descubre el hotel con suites de lujo ‘esparcidas’ entre los viñedos de Valle de Guadalupe
Lo primero que llama la atención al llegar a Valle Farms es, precisamente, que por un momento piensas que no has llegado. Con la intención de conservar el paisaje prácticamente intacto, la entrada del restaurante se abre paso a partir de una construcción escultórica cuyos colores emulan los atardeceres en el valle, y que desciende hacia el huerto alrededor del cual se acomodan las mesas como si se tratara del picnic más glamouroso de la vida.
El diseño de este restaurante en el Valle de Guadalupe corrió a cargo del despacho ‘Diseño Norteño’, fundado por los arquitectos Óscar González y Mauricio Kuri, quienes desafiaron todos los principios de la arquitectura al plantear un ‘no-edificio’ que se fusionara con el paisaje y fuera, en todo caso, un reflector que dirigiera la mirada hacia las montañas que rodean el valle, la abundancia de sus tierras y los colores impresionantes del cielo a diferentes horas del día. Es por eso que, aunque no lo parezca, el uso de colores fue fundamental, pues dominan los terracotas con detalles en un naranja profundo que emula tanto la tierra del valle como los atardeceres.
Te puede interesar: Primitivo: cocina de humo bajo un encino de más de 300 años en Valle de Guadalupe
Todo el restaurante se articula alrededor del huerto, en el que se siembran varios de los ingredientes que se utilizan tanto en la cocina como en la barra —de hecho, se tiene proyectado ampliar el espacio para también tener un pequeño establo para criar animales—, materializando la idea de que el edificio que se integra al valle a la vez que el valle que se integra a la cocina. Por supuesto, este ciclo no estaría completo sin hablar del vino, pues la cava de este lugar está conformada por etiquetas tanto del Valle de Guadalupe como de otras regiones del país y del mundo, invitando a los comensales a disfrutar de la tradición vinícola de la región a partir de botellas para todos los paladares y bolsillos.
¡Coman, disfruten y compartan!