Tal vez nunca habías oído hablar de San Antonio de las Alazanas, un pequeño pueblo escondido en la majestuosa Sierra Madre Oriental, al sureste de Coahuila. Aunque es discreto y poco conocido, es un verdadero hallazgo: tiene paisajes de postal, aire puro, tradiciones arraigadas y delicias locales que vale la pena descubrir. Su altitud le da un clima fresco, y en invierno, incluso puede nevar, lo que le ha ganado el apodo de la ‘Suiza mexicana’. San Antonio de las Alazanas está a solo 50 minutos de Saltillo y a menos de dos horas de Monterrey, y es perfecto para quienes buscan descanso, naturaleza y un respiro de aire puro y fresco. Uno de sus mayores orgullos es la producción de manzanas y todos los productos deliciosos que se elaboran con ellas. Pero eso es solo el comienzo, aquí te contamos todo lo que puedes ver, hacer y saborear en este encantador rincón del norte de México.


Te puede interesar: Las lluvias de estos días dejaron precioso el Bosque Otomí, a dos horas de la CDMX, y hay todo un tour para conocerlo
San Antonio de las Alazanas: tierra de manzanas, sabor y tradición
La tierra en San Antonio de las Alazanas es tan fértil que aquí crecen manzanas y membrillos en abundancia. Antes de llegar al pueblo, la carretera ya te va contando la historia: hectáreas llenas de árboles frutales te acompañan en el camino. Con estas frutas, los habitantes elaboran todo tipo de delicias artesanales como mermeladas, licores, dulces, sidras, empanadas y pays que encantan a los visitantes. La producción de manzana es tan importante que cada septiembre se celebra el tradicional Festival de la Manzana, un evento que reúne a miles de personas con desfiles, cabalgatas, música en vivo, degustaciones, juegos mecánicos y una gran feria de productos locales. Si vas, no te puedes ir sin probar todo lo que se hace con manzana, pero tampoco te pierdas otras delicias como las gorditas, el pollo asado, el pan de elote, los esquites, tamales norteños, nueces garapiñadas y las campechanas.



Qué ver en este pueblito pintoresco de Coahuila
En tu visita, una parada obligada es la placita central de San Antonio de las Alazanas. Es pequeña pero encantadora y perfecta para pasear en familia mientras disfrutas del aire fresco y el clima del lugar. Eso sí, lleva calzado cómodo y no olvides un suéter, porque incluso en primavera o verano las noches pueden ponerse frías. Otro de los atractivos más curiosos del pueblo es el Museo de las Momias, donde se exhiben cuerpos momificados hallados en el cementerio local, incluyendo a varios miembros de la familia Nuncio, cuyo patriarca participó en la Revolución Mexicana. Además de las momias, hay objetos de la época revolucionaria que cuentan parte de la historia del pueblo y de Coahuila. El museo abre de martes a domingo, de 10:00 a 17:00 horas, y la entrada es gratuita.



Dónde hospedarte y otros planes al aire libre en San Antonio de las Alazanas
Como ya decíamos, parte del encanto de San Antonio de las Alazanas está en su entorno natural: un pueblo enclavado en medio del bosque. Si quieres quedarte, lo común es encontrar hospedaje en cabañas rústicas y bungalows rodeados de pinos, perfectos para desconectarte y armar una carnita asada. A solo 20 minutos del pueblo también se encuentra Bosques de Monterreal, un desarrollo turístico con pista de esquí artificial y otras actividades de montaña que complementan muy bien la experiencia. Y si te gusta tomar fotos, no te puedes perder la Huerta de Girasoles, un lugar cercano al pueblo ideal para una caminata tranquila y un montón de postales. Así que ya lo sabes: si estás en Coahuila y buscas un rincón distinto, tranquilo y lleno de sabor este pueblito en la sierra te va a encantar.


¡Viaja, disfruta y comparte!