Con líneas de costa kilométricas hacia el Atlántico y el Pacífico, México es un destino mundialmente conocido por sus playas paradisíacas. Aunque el estado fronterizo de Baja California suele asociarse con sus climas secos y paisajes desérticos, aquí se encuentra uno de los pueblitos de playa más bonitos de todo el país. Se trata de San Felipe, un lugar bañado por las aguas del Mar de Cortés donde serás testigo de los espectáculos naturales más sublimes, ya sea que busques probar tus habilidades con todo tipo de actividades ecoturísticas, o unas vacaciones ultra relajantes junto al mar.
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La historia de este pueblito de playa en Baja California se remonta al siglo XVI, cuando Francisco de Ulloa —uno de los capitanes que llegó con Hernán Cortés— navegó su bahía en 1535. Sin embargo, el crecimiento de San Felipe sucedió sobre todo en el siglo XX, cuando pasó de tener una población de 300 habitantes en 1930, a más de 6000 en 1980. Hoy por hoy, el lugar cuenta con 17 mil habitantes, y año con año atrae viajeros tanto los municipios aledaños, como de Estados Unidos (pues se encuentra a solo 200 kilómetros de la frontera).
San Felipe es particularmente conocido por sus espléndidas vistas al Mar de Cortés, pero también por sus importantes campañas en favor de la conservación de la vida marina, específicamente de la vaquita marina, los cuales poco a poco han ido transformando la forma en la que se llevan a cabo las prácticas pesqueras en sus aguas. Por otro lado, en la Isla Consag —una roca de más de 90 metros de altura en medio del mar, a la cual se puede acceder en lancha— se puede vivir el avistamiento de lobos marinos en cualquier época del año.
Una de las particularidades de este pueblito de playa en el Mar de Cortés es su marea, la cual puede llegar a descender hasta nueve metros cuando el mar se retira. Con estas mareas bajas y sus aguas cálidas, San Felipe es un reconocido ‘spa natural’ que promete una escapada del todo relajante y reparadora. No te olvides de pasear por su malecón y por el muelle, hasta llegar al faro para disfrutar de los atardeceres más alucinantes.
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Aunque el Mar de Cortés bien merece los reflectores, tampoco puedes olvidarte de visitar el Valle de los Gigantes, una reserva ecológica repleta de cardones —una especie de cactus que puede llegar a crecer más de 20 metros en las arenas del desierto—. Otra parada imperdible, sobre todo para los fanáticos de los spas, son las aguas termales de Los Puertecitos, que aunque se encuentra a 90 kilómetros de San Felipe, es un verdadero oasis natural.
Finalmente, otro de los grandes highlights de este pueblito de playa en Baja California son sus mariscos, alrededor de los cuales se articula la gastronomía del lugar. De hecho, dos de los eventos turísticos más importantes de San Felipe figuran el Festival del Camarón y el Festival de la Almeja, donde se pueden probar los productos más frescos, los cuales volverán locos a todos los foodies.
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