Más allá de Sayulita, San Blas o Punta Mita, Nayarit es mucho más que sus playas más conocidas. Hacia el sur-centro del estado, entre montañas imponentes y frondosa vegetación, se esconde una joya: Santa María del Oro, un pintoresco pueblo asentado dentro de un antiguo cráter volcánico. Hace miles de años, tras una erupción, se formó este cráter que con el tiempo se llenó de agua, dando origen a una laguna espectacular. A su alrededor se levantó esta encantadora comunidad, famosa por su entorno natural único. Ubicada a solo una hora de Tepic y aproximadamente tres de Guadalajara, Santa María del Oro debe su nombre a su pasado minero, cuando de sus tierras se extraía oro fino. Hoy ya no quedan minas activas, pero sí bosques de pino y encino, montañas, reservas naturales y, por supuesto, su laguna que es la gran protagonista del lugar.

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La Laguna de Samao, el principal atractivo de Santa María del Oro
Esta laguna, conocida como Laguna de Samao es famosa por sus aguas cristalinas que cambian de color a lo largo del año, pasan de un azul profundo con tintes marrones a un verde turquesa, debido a su composición mineral y alto nivel de alcalinidad. La laguna incluso tiene su propio mito: se dice que el color del agua refleja el estado de ánimo del lugar. Mide aproximadamente 2.25 km de largo por 1.2 km de ancho y es bastante profunda de hasta 60 metros. Pero además de admirarla es ideal para recorrerla en lancha y hasta es posible nadar en sus cálidas aguas de alrededor de 25 °C. También se practican deportes como kayak, paddle board, esquí acuático, pesca deportiva y más. Y alrededor hay varios hoteles boutique, cabañas rústicas y zonas para acampar.



¿Qué más hacer en Santa María del Oro?
Además de la laguna, Santa María del Oro tiene otros rincones que vale la pena conocer. Su centro es pequeño pero encantador, con el típico parquecito ideal para caminar y descansar. Ahí destaca el Templo del Señor de la Ascensión, una construcción del siglo XVII que le da un aire histórico al lugar. Un poco más lejos están las ruinas de la Hacienda San José Mojarras, testigo de la época minera en la región. A unos kilómetros se encuentra la Cascada de la Silla, una caída de agua de 30 metros rodeada de vegetación, perfecta para nadar aunque también hay varios balnearios de aguas termales, como los de Acuña y El Agua Caliente. Y si prefieres la aventura, los cerros y peñascos que rodean el pueblo invitan a acampar, hacer tirolesa, pasear a caballo o simplemente caminar y disfrutar de la tranquilidad de la sierra nayarita.


¿Qué puedes comer en Santa María del Oro?
En Santa María del Oro también se come delicioso. La estrella de la gastronomía local es el chicharrón de pescado, famoso por ser el mejor de la región. También vale la pena probar el ceviche fresco al estilo local, la cuachala, –un guiso típico parecido a un mole con pollo–, y la capirotada, considerada la mejor de Nayarit. Para disfrutar aún más la experiencia, nada como sentarte a comer en alguno de los restaurantes que bordean la laguna: buena comida, vistas increíbles y un ambiente relajado que invita a quedarte horas. Así que ya sabes, este pueblo escondido en un cráter volcánico no solo es precioso, también es un plan perfecto para desconectarte y conocer otro lado de Nayarit.


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