La reciente pandemia de COVID-19 ha generado que muchas personas entren en crisis y hagan compras de pánico. Aunque México se encuentra, en una fase crítica en la que es primordial no salir de casa, nadie niega que es muy necesario abastecer la despensa cada cierto tiempo. Aunque parezca dramático, sabemos que ‘los momentos desesperados, requieren medidas desesperadas’. Así que, si no sabes qué medidas tomar para ir al supermercado de manera segura, te damos 11 consejos para poder hacer tu despensa con el mínimo riesgo de contagiarte.
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EN EL SUPERMERCADO:
Una sola persona debe hacer el súper
Mientras menos personas salgan de casa, es menor el riesgo de contagio. Designen a una persona encargada para salir a hacer las compras y así será más fácil y rápido hacerlas. Recuerda, no hay que dejar que personas mayores a 60 años hagan sus compras solos. Si puedes, trata de ofrecerte para hacer su despensa. Así, entre todos nos apoyamos.
Nota: Tampoco vayas al supermercado si tienes alguna enfermedad respiratoria, incluso si los síntomas apenas son perceptibles.
Limpia el carrito de compras
Son muchas personas que tocan diariamente los carritos de supermercado. Por esta razón, es recomendable que procures llevar toallitas desinfectantes para limpiar el manubrio, las asas y las partes del carro que tiendas a tocar y manipular constantemente.
Trata de no comprar más que lo necesario
Hacer compras de pánico no es una opción. Esta es una de las razones por las que productos como papel higiénico, gel antibacterial, o el Lysol, se hayan agotado, y esto solo genera más caos y pánico. Se consciente y considerado con el resto de las personas; no necesitas comprar una dotación completa de sopa enlatada, de todas formas tendrás que regresar al supermercado una o dos semanas después para ir por productos frescos, así que ¿qué más da?
Procura hacer una lista de compras con anticipación
Escribe una lista en la que incluyas todos los víveres necesarios para abastecerte por dos semanas. Así será más fácil hacer compras y no te tardarás más tiempo del necesario fuera de casa. Asegúrate que no falte nada y evita volver en cortos periodos de tiempo.
Asegúrate de que vas a comprar un artículo
antes de tomarlo
Es preferible evitar el contacto con cualquier superficie que pueda estar contaminada, así que solo toma los productos que estás seguro que vas a comprar.
Cuidado con los congelados
El virus puede vivir hasta dos años en condiciones frías, así que si no es indispensable, trata de no comprar alimentos que se encuentren en esta presentación.
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EN CASA:
No metas tu despensa a casa inmediatamente
El virus del COVID-19 puede permanecer hasta 72 horas en superficies plásticas y metálicas, así que lo mejor es dejar tu despensa aislada, al menos tres días. Si puedes hacerlo, considera dejarla en tu carro o garaje durante un buen tiempo –a excepción de los productos frescos, claro–.
Limpia todas las envolturas
Es muy importante que limpies las envolturas de los productos con desinfectante o Lysol antes de guardarlos en la alacena. Procura limpiar bien las zonas en las que crees que otra persona los haya podido haber tocado o manipulado antes y una vez hayas terminado desinfecta también las superficies que hayan tenido contacto con los productos.
Tira los empaques innecesarios
El cereal no necesita permanecer en su cajita de cartón toda la vida. Si puedes, tira todos los empaques y envolturas que no sean necesarias para preservar el producto. Puedes guardar la comida –sin tocarla– en nuevos contenedores, como tuppers o jarrones de vidrio.
Desinfecta frutas y verduras
Como siempre, es muy importante que limpies muy bien las frutas y verduras antes de comértelas. Sin embargo, en esta ocasión hay que tener especial cuidado en lavarlas muy bien antes de guardarlas en el refrigerador. Lávalas con agua y abundante jabón durante 20 segundos, como si te estuvieras lavando las manos. Ten especial cuidado con las frutas porosas, como la naranja.
Si pides tu despensa a través de un delivery:
Si pediste tu despensa por Rappi, o alguna otra aplicación de delivery, no recibas directamente los productos. Pídele al repartidor que los deje fuera de tu puerta. Así no tendrás contacto directamente con él. Después, puedes meterlos paulatinamente, sin olvidar lavar tus manos y desinfectar la zona en la que los coloques.
