La bella ciudad de Barcelona y específicamente el barrio histórico de El Born, alberga un rincón que rinde el más grande homenaje a uno de los platillos favoritos de todos los mexicanos: el taco. Taquería Canta y No Llores es un paraíso para cualquier comensal que desee disfrutar del verdadero sabor de la comida mexicana sin tener que viajar miles de kilómetros para lograrlo.
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Desde el momento de la llegada, los visitantes pueden maravillarse con la extraordinaria decoración del lugar, la cual hace referencia a las clásicas taquerías que es posible encontrar en distintos rincones de la República Mexicana. Frases en las paredes como “Que digan que no he comido y que me traigan aquí” o “Taqueando se alegran los corazones” se inspiran en canciones típicas de México mientras que transmiten el más puro amor por la comida.
Durante nuestra visita, decidimos probar la «Mezcalina», un cóctel similar a una margarita pero con la diferencia de que contiene mezcal en lugar de tequila entre sus ingredientes, una delicia. Además, logramos quitarnos el antojo que teníamos desde hacía días de una cerveza con clamato ¡y por primera vez encontramos una que es exactamente igual a la que sirven en México, aún a kilómetros de distancia!
Posteriormente, llegó el guacamole con totopos, el cual nos sirvieron con la cantidad exacta de limón y mismo que nos sorprendió por la frescura de todos los ingredientes que lo componían. ¡Habíamos llegado a México sin haber tomado un avión de regreso! Para acompañar esta delicia, el amable personal de Canta y No Llores nos sugirió que ordenáramos un chicharrón de queso, cuya textura crujiente fue el complemento perfecto para nuestra entrada.
Al poco tiempo apareció la estrella del lugar: el taco. Nosotros ordenamos una costra de bistec que no solo era –literalmente– como debe ser un taco, sino que superó todas nuestras expectativas. La tortilla de maíz contaba con la consistencia ideal y el sabor genuino a México. Para acompañar esta delicia, agregamos un par de cucharadas de salsa verde, la cual contaba con un picor suave y apto para todos los paladares. La mancuerna era perfecta.
Por si fuera poco, ordenamos unos sopecitos de cochinita pibil, la cual estaba perfectamente maridada y cuya textura suave le permitía prácticamente deshacerse en nuestra boca. Junto con esta delicia, llegó un fideo seco que nos recordó a aquellos que solo se cocinan en los hogares más tradicionales de México, con la cantidad justa de crema, queso y un toque de chipotle que nos encantó.
Como siempre decimos: el postre va al alma y no al estómago. Y en esta ocasión nos transportaron al norte del país con un taco de queso con glorias, cuyo contraste de sabores dulce con salado fueron el broche de oro para cerrar una auténtica comida mexicana. Para los que no perdonan el pastel, el tres leches –hecho en casa– será una gran opción. Para nosotros es un orgullo descubrir que más mexicanos ponen en alto el nombre de nuestro país al transmitir nuestras tradiciones culinarias por el mundo, tal y como lo hace el Chef Álvaro Narváez, orgullosamente mexicano y responsable de que cada taco que se sirve en este lugar transporte al comensal hasta otro continente, respetando la autenticidad de cada uno de los componentes del menú.
En conclusión, Taquería Canta y No Llores ofrece un pedacito de México en uno de los barrios más concurridos de la ciudad de Barcelona. Es un hecho que tanto turistas de otros países como mexicanos ávidos de recordar sus tradiciones culinarias, encontrarán en este rincón un paraíso para saciar el hambre y el antojo.
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Taquería Canta y No Llores
Dirección: Carrer de la Princesa, 53, 08003 Barcelona.
Teléfono: 930 38 09 85
Sitio web: taqueriacantaynollores.es