El mezcal y el tequila son dos de los destilados más emblemáticos, cuya denominación de origen únicamente permite que se produzcan en México, y que a su vez reflejan una parte bastante importante de la identidad cultural del país. Si bien ambos se elaboran a base de agave y bajo un proceso similar, cuentan con diferencias específicas que los hacen únicos en su tipo, y aquí te contamos un poco más sobre ellas para que sepas las características fundamentales de cada destilado.
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Mezcal
Actualmente existen más de 200 especies de agave –se estima que por lo menos la mitad provenga de México–, y el mezcal es uno de los destilados mexicanos que se permite experimentar con estas variedades. Esta es la característica principal para identificar si el destilado es tequila o mezcal, ya que el tequila únicamente se puede elaborar con la especie tequilana weber –también conocida como agave azul–, mientras que el mezcal puede crearse a partir de hasta 20 variedades distintas.
El proceso de elaboración también es distinto, ya que en el mezcal los ‘corazones de agave’ se cuecen bajo un proceso completamente artesanal, usualmente en hornos construidos bajo tierra en los que las cabezas del agave se ponen sobre leña o piedra para posteriormente taparse. Esto resulta también en un sabor más ahumado y amaderado.
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Tequila
Como ya mencionamos, la característica principal del tequila es que únicamente se puede elaborar con el agave tequilana weber, y debido a que cuenta con Denominación de Origen, su producción también se limita a los estados de Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Tamaulipas y Michoacán. La miel de este tipo de agave huele a vainilla, nota que permanece como elemento fundamental en todo tipo de tequila.
En cuanto al proceso de elaboración del tequila, sus piñas se cuecen en hornos de mampostería de vapor –esto no les brinda las notas ahumadas características del mezcal–, para posteriormente machacarse y fermentarse. Además, las distintas variedades de tequila se distinguen por el tiempo que pasan en barrica, denominándose como blanco, joven, reposado, añejo y extra añejo.
