Hace poco más de un mes, ahí en el corazón de la colonia Roma, Terraza Margot abrió sus puertas a los comensales en la cima de un quinto piso, bajo la propuesta de ser un restaurante de cocina de tendencia francesa, pero con un giro contemporáneo. Así mismo es un espacio en donde se puede degustar sabores únicos y muy novedosos provenientes del país europeo. Sin olvidar sus platillos llenos de sabor y de gran calidad, el principal atractivo de esta terraza en la Roma.
Con el objetivo de conservar la esencia de la cocina francesa en todo su esplendor, esta terraza en la Roma creó un menú sumamente cuidado y seleccionado para que cada platillo pueda ser acompañado de café, vinos y coctelería. En donde además su propuesta culinaria se ha expandido ya sea para el desayuno, brunch o comida. Por las mañanas, el desayuno favorito hasta ahora han sido los huevos con pesto de pistache y pavo orgánico, pero el muesli en leche de almendra, chabacano, blueberry, almendra fileteada y miel también es un must.
Para la comida, Margot se distingue por tener una propuesta culinaria que tanto a la vista, así como a sus olores y sabores es cautivadora. En este restaurante francés uno de los platillos más aclamados por los comensales y fanáticos de esta cocina es el poro pochado, elaborado con macadamia, aderezo cítrico, macadamia tostada y aceite de eneldo. Pero también lo es el parpadelle de ragú de pato, lobina en salsa blanca y los gnocchis con setas por mencionar algunos. Cabe destacar que en esta terraza en la Roma cada plato puede acompañarse de los mejores vinos del mundo y de una coctelería refrescante.
Esta terraza en la Roma es considerada como una de las más bonitas del barrio y no es para menos, pues su diseño evoca de manera práctica y sencilla el interiorismo francés que se puede apreciar en sus mesas y sillas de estilo clásico. Además el espacio cuenta con una barra al aire libre para degustar de drinks y apreciar las vistas panorámicas más increíbles de la CDMX. Finalmente esta terraza en la Roma está rodeada de árboles y vegetación lo cual a simple vista invita a desconectarse por un momento del ajetreo citadino.