La granola es un alimento nutritivo y tremendamente práctico que puede ayudarnos a agilizar la rutina matutina para que no volvamos a salir de casa con el estómago vacío. La magia reside precisamente en su versatilidad, pues aunque existen montones de recetas disponibles en internet, en realidad puedes prepararla con los ingredientes y las proporciones que más te gusten. Si bien sabemos que muchas veces lo más fácil es comprar nuestra granola en tiendas y supermercados, prepararla en casa no solo es una opción más económica, sino que además nos permite asegurar la frescura y la calidad de los ingredientes al mismo tiempo que nos cercioramos de que cada plato estará hecho exactamente a nuestra medida. Así pues, aquí te dejamos algunos tips para preparar la mejor granera casera sin complicarte demasiado.
¿Qué ingredientes lleva la granola casera?
Lo mejor de la granola casera es que puedes seleccionar tus ingredientes según tus propios gustos. Si bien la base de la mayoría de las granolas es la avena, puedes enriquecer la receta con tus ingredientes favoritos: amaranto, semillas de girasol, nueces, almendras, avellanas, coco rallado, germen de trigo, chía, quinoa, frutos secos, arándanos, pasas, chocolate o lo que se te ocurra. Otro punto clave que no hay que olvidar son las especias, pues harán toda la diferencia en cuanto al sabor. Lo más clásico es utilizar canela, pero también puedes experimentar con otros sabores para salir de la rutina, como la cúrcuma y el cardamomo.
¿Cómo debo endulzar mi granola casera?
Una vez más, todo depende de ti y de tus gustos, pero lo que sí te podemos adelantar es que el endulzante que elijas puede tener un gran impacto no solo en el sabor de tu granola, sino también en la textura. Precisamente porque lo que buscamos con el endulzante es aglutinar la mezcla, se recomienda utilizar miel —de maple, de agave o de abeja—o piloncillo, y si lo deseas puedes agregar un poco de azúcar mascabado u otros endulzantes naturales.
¿Cómo hacer una granola casera extra crujiente?
La clave para tener una granola crujiente está en el horneado. Para lograr la textura correcta, a veces habrá que ser pacientes, pues debe colocarse en la charola en capas delgadas (de lo contrario, el centro podría quedar más blando), aunque esto implique hacer varias tandas. Por otro lado, una vez pasado la mitad del tiempo en el horno, hay que revolver la granola para evitar que se quemen las orillas y lograr una cocción pareja. Recuerda que los ingredientes con texturas más suaves, como arándanos, frutas deshidratadas o incluso chispas de chocolate se pueden agregar al final, y evitar incorporarlas a la mezcla desde el principio para evitar que pierdan su textura. Adicionalmente, se recomienda picar los frutos secos a mano para controlar el grosor del corte y utilizar aceite de coco para darle más cuerpo a la granola.
¿Se puede preparar granola casera en el sartén?
Es posible y además muy rápido, solo hay que tener en cuenta que el orden en el que realizarás cada paso será un poco diferente. En primer lugar, coloca en el sartén la avena y los frutos secos a fuego medio y revuelve durante cinco minutos. Pasado ese tiempo, apaga el fuego y coloca la mezcla en un recipiente aparte. En ese mismo sartén mezclarás el aceite y la miel, y cuando todo tenga una textura más líquida, añadirás la mezcla que habías reservado y agregarás tus especias y una pizca de sal. Basta con tostar otros cinco minutos a fuego medio sin dejar de revolver. Finalmente, apaga el fuego y deja enfriar un poco la granola antes de comerla.
¿Cómo guardar la granola casera para que dure más?
Otra de las ventajas de la granola casera es que puedes preparar mucha y guardarla para usar durante los próximos meses. La mejor manera de hacer esto para que dure más tiempo es en frascos herméticos, que pueden ser un frasco de vidrio, un tupper o incluso bolsas resellables, y mantenerla alejada de los rayos directos del sol. Asegúrate de que tu granola esté bien seca antes de guardarla, incluso si esto implica dejarla un rato más en el horno. Por esto mismo, si vives en un lugar húmedo o caluroso, te recomendamos guardarla en el refrigerador para mantenerla fresca más tiempo.