Ubicada a en la costa central de Chile, no muy lejos de Santiago, la ciudad portuaria de Valparaíso recibe a sus visitantes con calles estrechas que suben y bajan, flanqueadas por edificios cuya loca arquitectura e historia le han merecido el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad. El espíritu celebratorio de sus carnavales y fiestas de Fin de Año se entremezcla con la historia truculenta de la ciudad, la cual incluye terremotos devastadores, invasiones pirata y un ánimo rebelde que jugó un papel fundamental en la independencia del país. Hoy en día, Valparaíso es sede del Poder Legislativo de la nación y de la Armada Chilena, pero por lo que más brilla es por su ambiente bohemio, su arte callejero y sus cerros coloridos.
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La ciudad colonial de Valparaíso se fundó en 1536, y para el siglo XIX se convirtió en un importante puerto comercial que conectaba esta región de Latinoamérica con el resto del Pacífico. Con ello, la arquitectura colonial se mezcló con estilos más modernos, dando pie a un paisaje urbano salpicado de campanarios de iglesias y estructuras de inicios de la era industrial.
Otra particularidad de la ciudad es que se encuentra rodeada de colinas, lo que ha derivado en medios de transporte como los ascensores y funiculares, cuyos cables y rieles se deslizan por las escarpadas laderas desde hace décadas. Además de ser un transporte eficiente, ofrece algunas de las vistas más bonitas de la ciudad mientras te diriges hacia algunos de los puntos más emblemáticos de Valparaíso. Por ejemplo, el ascensor Artillería te llevará al paseo 21 de Mayo, para disfrutar del mirador hacia la bahía, y el ascensor El Peral es una ruta directa hacia el famoso Cerro Alegre.
Otra parada imperdible son precisamente Cerro Alegre y Cerro Concepción, llenos e escaleras, ascensores y pintorescas viviendas que te enamoran con sus vívidos colores. En Cerro Alegre te recibe el hermoso Paseo Yugoslavo, donde podrás visitar el Palacio Buburizza (sede del Museo Municipal de Bellas Artes), los murales y grafitis del Pasaje Bavestrello, así como múltiples restaurantes con los mejores productos marinos. De ahí quedes pasar al Cerro Concepción y pasear por la calle Montealegre. La iglesia luterana La Santa Cruz, con su llamativa fachada, inaugura el paseo Dimalow, famosa por sus hoteles boutique.
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Como su nombre lo indica, el Cerro Bellavista ofrece vistas privilegiadas de la bahía y del puerto principal de Chile. Por si fuera poco, aquí encontrarás también uno de los más grandes orgullos de la ciudad. Si eres amante de la literatura, seguro ya sabes que Valparaíso fue el hogar del poeta Pablo Neruda. Su casa, La Sebastiana, está abierta al público como museo y exhibe los objetos que el Premio Nobel utilizaba en sus viajes, así como una colección de recuerdos llenos de nostalgia
Finalmente, no hay nada como terminar el día en la Plaza Sotomayor, la principal plaza civil de la ciudad, que destaca por el llamativo monumento dedicado a los marineros que perdieron la vida en el Combate Naval de Iquique. Además, hoy en día también tiene un pequeño sitio arqueológico donde se pueden ver los restos del primer muelle fiscal del puerto. Desde 1979 fue considerada Zona Típica de Chile, y aquí puedes tomar un descanso en alguno de sus cafés mientras admiras los edificios patrimoniales que circundan la plaza, así como ver los barcos y botes que van llegando al puerto.
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