La cuenta regresiva para gritar ¡Viva México! ha comenzado. A pesar de que este 2020 será imposible asistir a fiestas concurridas o incluso reunirte con la familia, existen alternativas que te evitarán que el festejo pase desapercibido. Una gran opción para acompañar tu cena es optar por apoyar a la industria vinícola del país, comprando una etiqueta mexicana que haya sido creada específicamente para maridar los sabores de los platillos nacionales. Aquí te compartimos cinco grandes vinos mexicanos que debes probar este 15 de septiembre.
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Vino de Piedra
Elaborado en el Valle de San Antonio de las Minas, Baja California, esta etiqueta nace con el deseo de elaborar un vino que sea disfrutado por un grupo personas cercanas al proyecto. En Casa de Piedra se busca un vino de autor, aprovechando las uvas de los diferentes microclimas, la más alta tecnología y la sensibilidad enológica a una escala que permita cuidar cada botella e imprimirle en lo posible la personalidad del terruño. Su intenso bouquet de frutas rojas como mora y notas de carácter vegetal y especias como pimienta y nuez moscada lo convierten en la opción perfecta para maridar carnes rojas.
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Chateau Domecq Tinto
Este vino producido en el Valle de Guadalupe, Baja Californi, es ideal para acompañar cortes de caza mayor, sabores dulces y especiados como el mole negro oaxaqueño, un platillo muy mexicano y perfecto para dar el grito. Su aroma es intenso, complejo y especiado, con notas de frutos rojos del bosque, tabaco, dátil y ciruela pasa madura.
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Ensamble
Nacido en el corazón del Valle de Guadalupe, esta etiqueta busca ‘ensamblar’ el disfrute del cultivo convertido en vino y la percepción de espacios de convivencia. Sus notas a ciruela, moras del bosque, un toque de chocolate y almendra tostada lo convierten en el maridaje perfecto para cordero en su jugo, carnes de caza y quesos azules.
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Ala Rota
El estilo de esta bodega se define como una enología aromática, donde la búsqueda está dirigida en su mayor parte por el olfato, ya que cree que el terroir, la añada y la identidad de un vino están expresados con
más nitidez en los aromas. Para ellos, el arte de cada vino está en esta
“escultura aromática” y sus sabores y texturas son una consecuencia de esto. En boca logra un delicado balance entre el dulzor, la cremosidad, la
tersura de los taninos y acidez; con sabores intensos de frutas rojas, mientras que en nariz se identifican cerezas negras de la nariz, algo de fresas maduras y ligeras notas de Cacao amargo en el fondo. Es ideal para maridar pato confitado o en mole, venado y diversos cortes de carnes.
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Chateau Domecq Blanco
Para quienes desean un vino blanco de aperitivo, esta etiqueta del Valle de Guadalupe es la opción. Sus expresivas notas frutales, como pera y manzana amarilla y flores crean la mancuerna perfecta con pescados y mariscos –ceviches, aguachiles y cócteles–, además de quesos suaves. Es ideal también con carnes blancas, pastas, paella y postres a base de cítricos.
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