Hoy en día, la colonia Roma es uno de los barrios más trendy de la ciudad, sin embargo, sus calles cuentan más de un siglo de historia, pues este fue uno de los proyectos de urbanización que formaron parte de los planes de expansión de la capital que se iniciaron durante el gobierno de Porfirio Díaz. Así, la colonia fue creciendo siempre con un carácter residencial y se extendió hasta la Roma Sur, donde todavía hoy existe un fuerte ambiente vecinal, más relajado y despreocupado. Aquí mismo acaba de abrir sus puertas Voraz, una gastrocantina contemporánea con platos inspirados en los sabores mexicanos, coctelería coqueta, vinos naturales y muy buen ambiente.
Durante muchos años, Voraz fue un sueño del chef Emiliano Padilla, quien se ha preparado en algunas de las cocinas más reconocidas del mundo, como la de Pujol en la CDMX, The Breslin en Nueva York, Fäviken en Suecia, Ryugin en Tokio y Noma 2.0 en Copenhague. Sin embargo, no fue sino hasta julio de 2024 que por fin se materializó este espacio, ubicado en un local que durante 60 años fue un taller mecánico —de hecho, en la fachada se conserva el rótulo original y el diseño del lugar buscó conservar varios elementos del antiguo negocio para hacer homenaje a la historia del espacio y mantener la estética utilitaria—.
El diseño único de Voraz está diseñado para conciliar lo casual y lo refinado, el caos y el orden. Con manteles blancos y cristalería minimalista, sillas de lámina, una gran cocina abierta, una barra que presume las etiquetas de vinos y destilados más variadas y el mosaico original en los pisos, Voraz cimienta su identidad en ese punto de encuentro entre la tradición y la modernidad, trayendo a colación una propuesta fresca pero con raíces firmes.
A pesar de que el local es pequeño, invita a sus comensales a realizar un recorrido completo, empezando por la barra con sillas altas y una plancha para platicar de pie mientras tomas algo. El menú de bebidas ofrece mixología clásica y de autor, con tragos con guiños mexicanos e incluso cocteles sin alcohol. La carta de vinos y cervezas tampoco se queda atrás, con una selección de vinos naturales y cervezas artesanales nacionales. En cuanto al mezcal, Voraz trabaja con microproductores de diferentes regiones del país para ofrecer los cinco perfiles principales del agave.
En cuanto a la cocina, el estilo meticuloso pero aventurero del chef Emiliano Padilla se hace presente en la combinación de sabores y la presentación de los platos. Si vines a cenar a Voraz, puedes esperar platos clásicos y reconfortantes, pero con un giro único para sacarnos de la zona de confort. Entre los imperdibles, destacan el Churro Salado para abrir el apetito, la Ensalada de Machaca, la Hamburguesa Wagyu y el Uchepo —tamal semi dulce de elote tierno, cubierto con espuma de queso, mermelada y salsa de tomate verde, terminado con macadamia rallada—.
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