México es un destino conocido a nivel mundial por sus playas paradisíacas que se extienden a lo largo de miles de kilómetros de costa, desde Baja California hasta Chiapas del lado del Pacífico, y desde Tamaulipas hasta Quintana Roo hacia el Atlántico. Si bien gran parte del turismo extranjero suele concentrarse en las playas caribeñas de la península de Yucatán, en Jalisco se encuentra la emblemática Costalegre, una región de playas y litorales que enamora a cualquiera que ponga pie en ella y que ofrece una enorme variedad de planes que van desde el ecoturismo hasta las experiencias de lujo. Ubicado en el Cabo Corrientes de Costalegre se encuentra Yelapa, un pueblito de playa cuyo espíritu libre y bohemio te hará sentir en la isla de Mamma Mía, pero sin salir del país.
A menos de una hora en taxi acuático desde Puerto Vallarta se encuentra Yelapa, un pintoresco pueblito de playa sumergido en medio de los paisajes selváticos y las playas de arena dorada y aguas profundas de la Bahía de Banderas. Apenas desembarcar en el muelle, lo primero que te envuelve es la serenidad de un pueblo donde no hay un solo automóvil —no puede haberlos, las calles son demasiado estrechas— y la comunidad acoge a los visitantes con mucho entusiasmo y confianza.
Una de las primeras cosas que vale la pena hacer a tu llegada a Yelapa es probar su café, pues esta es una zona de cafetales donde los procesos artesanales a cargo de pequeñísimos productores hacen de cada taza un lujo que no encontrarás en otro sitio. El acompañamiento perfecto para tu café será el pay de coco o de plátano de Yelapa, una aportación gastronómica que enorgullece a todas las cafeterías del lugar. Por supuesto, el resto del día no pueden faltar los ceviches, cócteles y tostadas con los mariscos y pescados más frescos.
En cuanto al alojamiento, una opción bastante cómoda —sobre todo para viajes en pareja— es Santuario, un hotel chiquito conformado por cinco domos con todas las comodidades para hacer glamping como se debe. El gran jardín del hotel está bañado por las aguas del río El Tuito, por lo que el sonido del agua te acompaña al irte a dormir y al despertar. Definitivamente uno de los puntos más fuertes de Santuario es la atención personalizada por parte del equipo, el cual está pendiente de todas las necesidades, desde preparar los alimentos hasta coordinar transporte o recorridos guiados que necesites (no dudes en preguntar por Ruben y Mesa, quienes siempre están dispuestos a organizar actividades y llevarte a recorrer el pueblo y sus alrededores).
Ahora bien, no te puedes ir de Yelapa sin conocer las cascadas que la rodean. La Cascada de Yelapa es la más cercana al pueblo, pero aún así será necesario hacer una caminata a través de la naturaleza a lo largo del cual podrás ver distintas aves y sumergirte en la vegetación y en los ríos de la zona. En la parte superior hay una pequeña poza perfecta para nadar, y los más expertos y atrevidos incluso podrán hacer un salto de diez metros de altura hasta la poza principal.
¡Viajen, disfruten y compartan!