El pan dulce es un pilar fundamental de los desayunos mexicanos, y el pan por excelencia es sin lugar a dudas la concha. Ya sea que seas de gustos ortodoxos y las prefieras siempre de vainilla o chocolate, o que estés buscando probar sabores nuevos, estos ocho lugares en la Ciudad de México definitivamente cumplirán —y superarán— tus expectativas de lo que es una buena concha.
¡Coman, disfruten y compartan!
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Concha y nata
No por nada esta panadería de barrio lleva en el nombre este pan emblemático de la cocina mexicana. Ya sea que decidas sentarte a desayunar en las mesitas dentro del local o pedir tu pan para llevar, el pan te tendrá dando una ovación de pie. Una buena nata se reconoce con solo mirarla, y la de este lugar habla sola: fresca, densa (pero ligera en la lengua) y suave. Si no crees poder acabarte una concha tú solx, puedes pedir una concha bebé –del tamaño de un cuarto de la normal– para no quedarte con el antojo.
Comedor Jacinta
La comida de este restaurante en el corazón de Polanco se caracteriza por su honestidad y por la excelente relación calidad-precio. Las comidas y las cenas de Comedor Jacinta son espectaculares, pero los desayunos definitivamente no se quedan atrás, y la calidad del pan tiene mucho que ver con ello. Este lugar recupera la receta tradicional de la concha, y le da un pequeño twist: una base de maíz azul. Si no has empezado a salivar, es cosa de probarla para desarrollar un antojo perpetuo de este manjar.
Tomasa
Las conchas son el plato insignia de Tomasa, por lo que no sorprende que sean un verdadero espectáculo a la vista y en cada bocado: suaves, dulces y esponjosas (es decir, perfectas). Aquí podrás encontrar desde los sabores más tradicionales hasta opciones que le dan un giro a este pan canónico, como matcha, conejito, chocolate, con toppings y rellenos, e incluso ediciones de temporada, como la concha-pan de muerto.
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Maque
Este restaurante te hará sentir como si hubieras caminado directo dentro de un cuento de hadas. Con su atmósfera cálida y acogedora, le da un toque hogareño y familiar a las recetas que han pasado de generación en generación. Procura llegar temprano, porque la fama de sus desayunos trae consigo filas largas sobre todo los fines de semana. Aunque todo es una delicia, el pan recién hecho —y los postres en general— se lleva las palmas.
Catamundi
La panadería de Catamundi se inserta dentro de la propuesta gastronómica que fusiona la cocina internacional con la cocina de autor. Si bien las donas suelen llevarse los reflectores en el menú de pan dulce, las cochas son una delicia que también podrás probar en distintos sabores y presentaciones: de matcha, de chocolate, tradicionales, e incluso de calabaza en otoño.
La Ruta de la Seda
Esta panadería nació muy cerca del centro de Coyoacán y hoy cuenta con dos sucursales además de la original (una sobre Miguel Ángel de Quevedo y otra en Polanco). Es pionera en el uso de harinas alternativas y tés de excelente calidad, convirtiéndose en la primera repostería y panadería orgánica de México. El proyecto se basa en el comercio justo y en buscar ingredientes locales y procedentes de prácticas sustentables. Así pues, cada mordida no solo es un deleite, sino también la seguridad de que nuestro pan viene del mejor lugar posible.
Panadería Rosetta
En tan solo unos cuantos años, Panadería Rosetta se ha convertido en un lugar de culto para los amantes del pan dulce en la CDMX. Estas delicias llegan a tu mesa recién salidas del horno (y en caso de que llegues más tarde, siempre puedes pedir que te las calienten). Aunque prácticamente cualquier pan que pidas es garantía, la concha de pinole y la concha de hoja santa son imperdibles y revolucionarán por completo tu idea de la concha.
El Cardenal
Ninguna lista de conchas espectaculares en la CDMX estaría completa sin mencionar El Cardenal. Este es otro de los restaurantes que le vienen a la mente a todo chilango cuando de conchas y nata se trata. Tan es así, que hay fines de semana en los que encontrar una mesa para el desayuno es una verdadera proeza. No olvides acompañar tu concha con un chocolate Doña Olivia ultra espumoso.